El súper pistacho nazarí

El ciprés, la Alhambra, las tapas, Sierra Nevada, los Cármenes... y los pistachos. Este fruto seco caracterizado por su sabor y facilidad para comer tiene todas las papeletas para convertirse en un producto made in Granada. Y es que, no estamos refiriéndonos al clásico pistacho, servido en los bares de la ciudad, de complicada abertura, costras de sal o a granel, sin un correcto envase, sino a una producción muy selecta de este tipo de fruto seco, los pistachos nazaríes.

Alejandro Capel, gerente de la empresa Aguilar Explotaciones, asegura que con pistachos nazaríes estaríamos hablando de un producto gourmet, selecto y, a diferencia de los comercializados en grandes almacenes, con un gran tamaño, maduro -es decir, abierto- y con el salado en su justa medida. Todos estos factores han dado como resultado final un pistacho diferente, con una textura y crujir únicos y una frescura propia del fruto recién recogido del árbol.

Es por esto por lo que en un producto con un mercado importador, especialmente iraní o estadounidense, la producción española se ha basado en la calidad del mismo, eligiendo únicamente el 12% de la producción total y ubicándose preferentemente en pequeños comercios denominados de delicatessen.

Una ubicación privilegiada respecto al clima y al suelo, además de una abundante exposición al sol, permiten a los pistachos nazaríes alcanzar un óptimo grado de maduración natural en el árbol. Esto, sumado a un minucioso proceso de selección que sólo admite a los mejores frutos, da lugar un pistacho con unas características muy diferentes al resto.

En primer lugar, se trata de un fruto seco que presenta un color verdoso sin ningún tipo de manchas, descartando así todo aquel que no esté completamente maduro. En segundo lugar, presentan un tamaño realmente excepcional, 18-20, (el calibre indica el número de pistachos en una onza) es decir, el mayor del mercado. Por último, destaca su natural apertura, sin procedimientos mecánicos que dañen al fruto y seleccionados únicamente aquellos que presenten la cualidad que se busca.

Así, Aguilar Explotaciones, una empresa con una dilatada experiencia propia en el cultivo del pistacho en Andalucía, pionera en nuestra región desde hace 30 años y cuyas fincas se sitúan en Archidona, Málaga, comenzó a comercializar el pasado noviembre de 2011 este fruto.

Se trata de un producto que a día de hoy ya ha sido presentado en diferentes ferias alimentarias como El Salón de Gourmet de Madrid o España Original en Ciudad Real. En esta línea de otorgar una mayor popularidad al producto, los pistachos nazaríes cuentan además con el apoyo de Extenda, un organismo de promoción del comercio internacional de la comunidad autónoma de Andalucía que se encargará de comercializar este producto de su tierra en el extranjero. Esta colaboración servirá para dar la oportunidad a este fruto seco de expandir sus fronteras con países como Alemania e Inglaterra, ya que, como asegura Capel, "hay que darle importancia a la exportación porque la marca de Granada vende mucho fuera de España".

En este afán de crecimiento y fama por este cultivo, la empresa encargada de la producción del producto contará además con una distribuidora catalana que intentará fomentar al pistacho granadino tanto dentro como fuera del país. Además, se pretende aumentar su producción en nuevas fincas como la posible adjudicación, según el gerente de la empresa, de 100 hectáreas en la localidad de Baza.

Con todo esto, quizá dentro de unos años dejen de servirse los pistachos como un simple aperitivo en los bares de Granada, quizá los pistachos nazaríes acaben siendo conocidos por las grandes ciudades de Europa o quizá este fruto seco se convierta en un emblema de Granada. En cualquier caso, estamos ante un producto que, en ningún caso, se puede dejar pasar su degustación.