Granada

La tasa de dependencia crecerá hasta el 53,2%

  • El índice aumentará más de tres puntos porcentuales para 2022

La tasa de dependencia, el indicador que mide el porcentaje de población inactiva que dependerá -económica y personalmente en algunos casos- de los granadinos que sí estén en edad y condiciones de trabajar aumentará hasta el 53,2% de aquí a 2022. En la próxima década, el porcentaje de granadinos dependientes se elevará más de tres puntos porcentuales, ya que en la actualidad la tasa de dependencia afecta al 50% de la población.

La mayoría de esos dependientes de 2022 serán menores de entre 0 y 15 años. Según el Instituto Nacional de Estadística, dentro de una década habrá 147.806 granadinos menores de edad y, por tanto, dependientes por fuerza de sus padres o familiares. Sin embargo, aunque sean el colectivo de dependientes más numeroso, para 2022 se habrá reducido sensiblemente. En la próxima década, el descenso de la natalidad hará que el grupo de edad de entre 0 y 15 años se reduzca en 9.449 personas, lo que significa una caída del 6%. Este descenso de la población joven hará que la tasa de dependencia concreta del colectivo se reduzca del 25,8% actual al 24,9%.

Por el contrario, el segundo colectivo de dependientes, el de mayores de 65 años cuya pensión dependerá de las rentas del trabajo de la población activa, sí que aumentará en los próximos diez años. Los 147.328 mayores con los que la provincia cuenta en la actualidad crecerán un 13,6% entre 2012 y 2022, sumando 20.100 nuevos miembros al colectivo, hasta los 167.428. En este caso, la tasa de dependencia también crecerá. Y lo hará aún más que el número total, teniendo en cuenta que la población activa habrá sufrido para entonces un recorte del 2,6%.

Así que entre la población mayor de 65 años, la tasa de dependencia aumentará desde el 24,2% actual hasta el 28,2%, cuatro puntos que constatan el envejecimiento demográfico y que ponen en cuestión la perdurabilidad de un sistema de pensiones especialmente afectado en la actualidad por la crisis económica, que ha reducido al mínimo el número de trabajadores cotizantes.

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