Los taxistas, en pie de guerra contra la ley que 'hundirá' su negocio

Cambio de normativa El Congreso aprueba la ley a pesar de las movilizaciones de rechazo del sector

Los profesionales del sector anuncian movilizaciones más contundentes y dentro de la ciudad como protesta por la inclusión de un artículo que dificulta la prestación del servicio en condiciones de igualdad

Aunque se planteó salir a las calles, finalmente los taxistas granadinos secundaron el paro en el Polígono El Florío.
Aunque se planteó salir a las calles, finalmente los taxistas granadinos secundaron el paro en el Polígono El Florío.
N.m. Estebané / Agencias / Granada

18 de diciembre 2009 - 01:00

El malestar de los taxistas granadinos se resume en un número: los 169 votos a favor (frente a 166 en contra y ocho abstenciones de PNV y Coalición Canaria) que hicieron falta ayer para aprobar la Ley Ómnibus en el Congreso de los Diputados incluido su polémico artículo 21 que supondrá "la liberalización del sector", según los augurios del gremio del taxi.

El paro convocado en Granada entre las 11:00 y las 13:00 horas de ayer -paralelamente al celebrado en las ciudades principales del país- no sirvió para hacer cambiar de opinión a los congresistas. Y eso a pesar de que la movilización contó con "prácticamente la totalidad de los taxistas de la capital", es decir, en torno a medio millar de trabajadores, según aseguró el presidente de la Gremial de Granada, Manuel Cebrián. "En el Polígono El Florío (donde acordaron reunirse los profesionales) no cabía ni un coche más", afirmó el portavoz del sector granadino, quien añadió que también en el Aeropuerto Federico García Lorca y en diversos pueblos de la provincia se secundó el paro convocado en contra de la nueva normativa.

Ahora bien, tras la aprobación definitiva de la Ley Ómnibus, los taxistas granadinos anuncian un cambio de actitud con movilizaciones más contundentes. De hecho, la organización provincial decidió celebrar la concentración de ayer en las afueras de la ciudad para no entorpecer el tráfico ni causar molestias a los ciudadanos, y aunque "algunos trabajadores mostraron su intención de salir a la calle", los representantes empresariales consiguieron retenerlos.

Sin embargo, aprobada lo que será "la ruina del sector", según pronostican los afectados, los taxistas granadinos adelantan que endurecerán las medidas. Para ello, la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi (FAAT) ha convocado a sus miembros mañana en una reunión para estudiar un calendario de actuaciones. Eso sí, aún no se conoce si el sector activará las manifestaciones de forma inmediata o si esperará a las conclusiones que se alcancen en la reunión de las organizaciones nacionales con el Gobierno, después de que se produjera esta invitación para una nueva negociación tras la votación del Congreso.

No obstante, no todos los taxistas están en desacuerdo con la norma. En este sentido, el presidente de la Confederación del Taxi de España, José Artemio Ardura Valdés, se mostró "satisfecho" por la aprobación del artículo 21, que modifica los preceptos 18, 133 y 134 de la Ley de Ordenación de Transporte Terrestre (LOTT). "El martes pasado tuvimos una reunión con los ponentes de la ley para presentar nuevas enmiendas y alcanzamos un acuerdo por el que se modificaba el texto que generaba la confusión entre taxistas y alquiler de vehículos con conductor y, por tanto, elimina la posibilidad de competencia desleal por particulares", explicó Ardura Valdés.

En cambio, desde la asociación granadina se estima que con la nueva ley cualquier persona que cumpla unos requisitos mínimos (relacionados sobre todo con la potencia del vehículo) podrá transportar viajeros, determinar la cantidad adeudada por la carrera y elegir libremente dónde recoger a los pasajeros, según argumentó Cebrián, surgiendo un servicio particular paralelo en el mercado. Además, el artículo 21 de la Ley Ómnibus también conllevará un mazazo para el proyecto de un taxi unificado en el Cinturón de la provincia: "Si esto sigue así, el Taxi Metropolitano pierde todo el sentido porque si la situación ya es difícil de por sí, ahora tendríamos que luchar contra el servicio paralelo", arguyó Cebrián.

Por su parte, el vicepresidente segundo de la FAAT, Miguel Ruano, apostilló que "estos coches sin distintivos de taxis (en relación a los vehículos en alquiler con conductor) operarían libremente sin control y sin taxímetro y no estarían vinculados a ningún convenio colectivo ni sujetos a la regulación del taxi".

Frente a estas previsiones, Ardura Valdés alegó que "el tiempo pone a cada uno en su lugar y dentro de 4 o 5 meses las personas que hablan de una tropelía y la destrucción del sector tendrán que explicar por qué no se han cumplido las profecías".

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