Granada

De las terrazas de Moneo a las vistas a través del metacrilato

  • Avanzan los trabajos y la polémica con la colocación de las pantallas antivandálicas en el Puente de Camino de Ronda

Las obras para la colocación de pantallas antivandálicas en el puente de Camino de Ronda sigue su curso al mismo tiempo que la indignación por arrebatarle a la ciudad uno de sus miradores más imponentes. Los operarios de Adif que trabajan en la colocación de las vallas completaron ayer la sujeción de los soportes sobre los que se pondrán las planchas de metacrilato que, si bien no taparán las vistas que desde el lugar se tienen del Albaicín, la Alhambra y Sierra Nevada, afearán y mucho uno de los lugares desde los que más fotos disparan los granadinos.

Este tipo de pantallas se colocan en la mayoría de pasos elevados sobre vías de ferrocarril, sobre todo de Alta Velocidad, y además de las planchas de metacrilato, también constan de una prolongación hacia el exterior de una valla metálica de seguridad para evitar la caída de personas y objetos.

A pesar de que las vistas seguirán manteniéndose con las pantallas transparentes, para Francisco Rodríguez, portavoz de la plataforma Marea Amarilla, no volverá a ser lo mismo porque "cualquier acto vandálico, cualquier pintada, ya taparía las vistas tan maravillosas que hay desde allí". Y puso el ejemplo del pasado eclipse lunar, que congregó en el puente a multitud de fotógrafos. El activista espera que las pantallas no sean "antiruido" y recordó que esto es una consecuencia más del no soterramiento de la entrada del AVE a la ciudad.

Y es que el puente de Camino de Ronda ha pasado del proyecto inicial, con la estación diseñada por el arquitecto Rafael Moneo, a esta solución que la mayoría coinciden en que debe ser transitoria hasta que la Alta Velocidad llegue a Andaluces de forma soterrada. Las diferencias son muy evidentes. Las vistas desde el puente han pasado de ser el gran atractivo de la estación del AVE a ser prácticamente tapadas por una estructura que se debe realizar de forma obligatoria en cualquier paso de la Alta Velocidad por un núcleo urbano. La estación de Moneo no solo conservaba las vistas para el viajero recién llegado a la ciudad, si no que el edificio contemplaba terrazas para negocios de restauración. Ahora el lugar ha quedado completamente depauperado visualmente entre la colocación de las pantallas y la pasarela con el barrio de Los Pajaritos, que tampoco ha levantado la admiración de los vecinos. Algunas asociaciones, incluso, han pedido en redes sociales que se construya un mirador para preservar estas vistas.

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