Un tesoro por descubrir bajo el mar

Un oasis de coral del tamaño de tres campos de fútbol o la desembocadura de un río que quedó sumergido bajo el agua cuando el nivel del mar subió hace entre 6.500 y 10.500 años. Los fondos del mar de Alborán guardan con recelo un incalculable tesoroque pocos tienen la suerte de haber podido contemplar y del que aún queda mucho por conocer. Montes, cañones y valles submarinos habitados por multitud de especies configuran un paisaje único frente a las costas del litoral de Granada que los expertos están de acuerdo en que hay que conservar y proteger a toda costa antes de que las enormes presiones humanas a las que están sometidos terminen por hacerlos desaparecer.

La primera en dar el paso ha sido la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que ha puesto en marcha un ambicioso proyecto con el que pretende constituir la que sería la primera red de áreas marinas protegidas de todo el Mediterráneo, en las que entrarían las aguas que bañan las costas granadinas. La inmensa riqueza natural que alberga el mar de Alborán lo han hecho merecedor del centro de todas las miradas de los científicos de numerosos organismos de España, Marruecos y Argelia, que intentan ponerse de acuerdo sobre las áreas y especies más representativas que serán incluidas en el proyecto Med-RAS.

Sus trabajos de investigación apenas han conseguido arañar la superficie de un entorno del que apenas se conoce un 5%, ya que, aunque existen estudios sobre la flora y la fauna de esta parte del Mediterráneo, éstos sólo han cubierto 50 metros de profundidad, cuando en el mar de Alborán hay zonas que llegan a los mil e incluso a los dos mil metros de profundidad cerca de Argelia.

No sólo serán zonas protegidas, según María del Mar Otero, técnico del programa marino de la UICN. "Se incluirán áreas de pesca y otras que contengan restos arqueológicos para garantizar que toda la riqueza del mar de Alborán está representada". Ya hay una decena de puntos elegidos por los expertos que se darán a conocer en las próximas semanas.

De la riqueza que se extiende en esta superficie también se benefician las aguas que bañan las costas de Granada. Frente al litoral, en el mar, hay especies endémicas, como la posidonia oceánica, exclusiva del mar Mediterráneo, o lugares únicos como cuatro cañones submarinos que alcanzan profundidades de hasta mil metros. "Son interesantes porque en una misma zona se comparten aguas litorales y aguas profundas", explica Otero.

Otro lugar singular del Mediterráneo occidental es el monte Djibouti, que se sitúa a unos 60 kilómetros de la Costa, frente a la localidad de La Herradura y tiene una superficie de 165 kilómetros cuadrados.

La identificación de las características de estos puntos es una de las labores de los investigadores, que también se dedican a enumeran las amenazas que pueden dar al traste con estos parajes submarinos. "Son muchísimas", alega Otero, que tiene claro que la actividad pesquera, los vertidos o la urbanización en la Costa conllevan un serio peligro. "La pesca, sobre todo la que emplea artes ilegales, como el arrastre, causa un gran impacto, ya que se lleva por delante los cimientos de lo que podríamos decir la casa de muchas especies", explica la especialista.

Y es que la riqueza del entorno es directamente proporcional a la delicadeza del mismo. "Es un hábitat muy sensible, con especies endémicas, y donde el descenso de la calidad del agua está afectando a las poblaciones", se lamenta Otero.

¿Por qué se ha elegido el mar de Alborán en todo el mediterráneo? Para Alain Jeudy de Grissac, responsable del programa de Conservación Marina de la UICN, la respuesta está clara y es "una zona de una riqueza inmensa" donde confluye lo mejor de dos mares, una característica prácticamente única a nivel mundial, ya son escasos los puntos del planeta en los que se pueden estudiar "ecosistemas del agua del un lado y otro", explica Otero.