Los toros no dejan a El Fandi celebrar su 25 aniversario

No pudo celebrar El Fandi, como se merece, su 25 aniversario como matador de toros, siendo Alejandro Talavante el triunfador de la tarde en la Monumental granadina, cortando tres orejas y saliendo a hombros por la Puerta Grande. El Fandi, con una en cada una de sus toros, no pudo acompañarlo, tras las reformas en el nuevo reglamento taurino, quedando José Mari Manzanares con otra oreja, en el primero de su lote, como trofeo.

En la primera corrida del abono del Corpus de Granada, cuya jornada festiva se celebró ayer, El Fandi fue recibido con una ovación por los dos tercios de plaza en reconocimiento a su entrega, pundonor y vergüenza torera cada vez que se viste de luces en el coso granadino.Solo hay que ver el comportamiento del diestro en cada tarde desde que el astado sale, comenzando con largas cambiadas de rodillas, y aunque en esta ocasión se llevó el peor lote de los tres toreros, supo al menos inventarse dos faenas con las que conquistó a su público. Así, en el primero tuvo que esmerarse para, desde banderillas, luchar contra la mansedumbre de su oponente, quien le obligó a hacer la faena pegada a tablas con tandas de ligazón estética pero faltas de transmisión por parte de la res de Álvaro Núñez, a la que consiguió arrebatar una oreja.

En el cuarto de la tarde, El Fandi también tuvo que andar con pies de plomo ante las carencias de Tabacalero, un colorao que se quedó a medio gas y que siempre amagó con rajarse, aunque ello no privó al diestro granadino de echarse ‘encima’ para pelear la puerta grande, pero solo cortó una oreja que le dejó con la miel en los labios.

Con voluntad

El otro torero que salió a pie del coso granadino fue José María Manzanares, quien tuvo mejor fortuna en el primero que en el segundo de su lote y que se marchó con una oreja, después de haber puesto la voluntad de que la tarde le saliera lo más redonda posible. En en el segundo de la corrida se encontró con un toro de mayor recorrido y noble, aunque por el pitón izquierdo era imposible robarle algún pase, lo que interpretó a la perfección el de Alicante para seguir con tandas por el derecho, quedándose cada vez más corto; aunque le tapó los defectos para conseguir un apéndice.

Con lentitud y paciencia, Manzanares quiso redondear su pase por Granada en el quinto, al que lo fue sometiendo para que cogiera armonía poco a poco y firmar una muy buena tanda de derechazos hondos que hicieron que el de Álvaro Núñez fuera de menos a más, pero su error con la espada, quedando muy descolgada, y los cuatro descabellos, lo privaron de cortar su segunda oreja.

Por el pitón derecho

Alejandro Talavante fue el gran triunfador de la tarde y el único que salió a hombros a cortar dos orejas a un mismo toro, el último de la tarde, que fue el que mayor posibilidades dio, aunque casi todo por el pitón derecho con lances de derechazos que sacaron su hondura al no tener apenas recorrido al natural. Talavante fue sacando un abanico de variedades en cada pase, reintentando y adornando la secuencia de embestidas de su oponente y ofrecer una cantidad de registros que completó con una gran estocada que le dieron las dos orejas que en el primero le habían pedido con fuerza y tuvo que conformarse con una. En él, el tercero de la tarde, el diestro comenzó a la verónica en el cetro del ruedo, con mucha calma y sabiéndolo llevar, mientras que con la muleta logró conectar con el toro gracias a su temple que corroboran su gran momento a estas alturas de la temporada taurina.