Granada

Una trabajadora de Emucesa dice que su labor era 'secreta' y sólo la conocía María Francés

  • Su actividad se centró en impulsar el necroturismo pero dos virus informáticos destruyeron el proyecto

El cementerio de San José.

El cementerio de San José. / g. h.

La ronda de declaraciones por las presuntas contrataciones fantasma de Emucesa continúa. Ayer fue el turno de L. L., una de las empleadas que ayer aseguró que su labor con la empresa cuando era de titularidad 100% pública era secreta y sólo la conocía la exconsejera delegada de Emucesa y actual edil del Partido Popular, María Francés. Preguntada sobre si la actual concejal le propuso que no comentara con nadie el proyecto que estaba elaborando, la mujer declaró que sí. En concreto, se trataba de un plan para impulsar el necroturismo en el camposanto granadino. No obstante, la declarante no pudo ayer mostrar ningún documento relativo al proyecto realizado debido a que dos virus informáticos y una mudanza le hicieron perder la información. Tampoco pudo detallar el nombre de ninguna persona con la que contactara durante ese periodo.

Antes de entrar en Emucesa, fue asesora del grupo municipal popular coincidiendo con las elecciones municipales de 2011. Se trataba de un contrato temporal que efectuó el concejal del PP Juan Antonio Fuentes. Entre julio de ese año y hasta diciembre de 2011 fue contratada en Emucesa, aunque debido a una baja laboral tan sólo estuvo en activo dos. Sobre el contrato, aseguró que "lo firmó de forma rápida y no le facilitaron copia". Después, María Francés le habría manifestado que no había espacio ni para trabajar en las oficinas de Emucesa ni en la Plaza del Carmen por lo que "ya le informarían de la ubicación". Así, le indicaron que su labor consistía en recopilar material para presentar el proyecto centrado en actividades que se pudieran llevar a cabo en el cementerio. A las dependencias de Emucesa fue en escasas ocasiones, una de ellas para hacer fotos, algo que le fue prohibido por el propio personal de la empresa. No recuerda con quien habló. Después acudió para firmar el finiquito.

La trabajadora, que decidió devolver el dinero tras el estallido de la polémica, aseguró que lo hizo por dignidad y tras ser recriminada en público por "haber robado al erario público". También aseguró que ha sido una decisión personal y que se siente víctima en un asunto en el que no ha tenido "responsabilidad de signo alguno" y tras no dedicarse "nunca a la política". Además, dijo que lo devolvió porque "no estuvo al 100%" por su estado de salud. Tiempo después, en septiembre de 2012, entró a trabajar en Diputación con un contrato de alta dirección cuando la institución era gobernada por el PP.

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