Los trabajadores de Inagra se bajan el sueldo un 7,5% para evitar el ERE

Finalmente no habrá huelga de basuras en la ciudad. Y no porque los trabajadores de Inagra, la empresa concesionaria del servicio, hayan conseguido lo que pretendían -que no era otra cosa que mantener los puestos de trabajo y los sueldos íntegros- sino porque, ante la amenaza del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), la plantilla ha acabado por aceptar una reducción salarial del 7,5%.

El presidente del comité de empresa, Eduardo Aragón, explicó ayer que, aunque el esfuerzo de los trabajadores de Inagra está muy por encima del que han hecho, por ejemplo, los funcionarios y los trabajadores públicos (donde la reducción salarial ha sido del 5%), era preferible al despido de los 90 trabajadores afectados por el ERE planteado por la empresa. Así, tras llegar a un acuerdo a las tres de la madrugada del sábado, la empresa se comprometió a retirar el expediente de regulación a cambio de la reducción salarial, que se aplicará a partir del próximo mes de enero.

El pacto también supondrá la anulación de la huelga prevista para el próximo 10 de diciembre por parte de los trabajadores. "El acuerdo respeta también las condiciones pactadas en el convenio colectivo que firmamos hace cinco meses, da estabilidad en el empleo y garantías laborales", indicó Aragón, que aseguró que a la reducción salarial habría que sumarle también la congelación del pasado 2009, que se traduce en "una pérdida real de poder adquisitivo del 8,3%".

La empresa, por su parte, destacó ayer que el acuerdo incluye el abono por parte de la entidad de unos atrasos económicos de años anteriores, lo que supondrá un 2,7% más durante 2011 y el pago del IPC correspondiente al 2010. Según Inagra -filial del grupo Cespa-Ferrovial- la suma de estas cantidades permitirá que el trabajador "no vea reducidos prácticamente sus ingresos mensuales".

La entidad manifestó su "satisfacción" por el acuerdo alcanzado y agradeció el esfuerzo realizado por ambas partes en el desarrollo de las negociaciones, así como el "esfuerzo solidario" por los trabajadores ante la "difícil situación económica" que atraviesa la compañía.

El conflicto se remonta a hace unas semanas después de que, según el comité de empresa, el Ayuntamiento de Granada tomase la decisión "unilateral" de rebajar la asignación destinada a Inagra.

A partir de finales de 2011, cuando finalice la vigencia del convenio colectivo, la empresa y el comité tendrán que volver a negociar las condiciones laborales y salariales de la plantilla.