"Nuestro trabajo policial tiene un carácter social y es más silencioso"
Admite que mucha gente todavía desconoce cuáles son las competencias de la unidad que dirige, que son múltiples y diversas: desde la protección de menores hasta la investigación de incendios
Desde las ventanas de las dependencias de la Unidad de la Policía Autonómica de Granada, que se hallan en la Plaza Campo Verde, al inicio de la céntrica Calle Alhóndiga, se palpa la ciudad. Los viandantes transitan rápido por debajo de las banderas que identifican las oficinas de este grupo de la Policía Nacional, ajenos al importante trabajo policial que allí se realiza. El timón de la unidad lo lleva desde 2005 Francisco Barrios (Granada, 1958), que ya ha cumplido 33 años en el Cuerpo. Bajo su supervisión operan 61 efectivos.
-Se les llama policía autonómica, pero no son como la Ertzaintza o los Mossos d'Escuadra.
-No, efectivamente no somos igual. Somos una especialidad del Cuerpo Nacional de Policía y dependemos funcionalmente de la Junta de Andalucía, que es la que nos marca los objetivos en nuestras competencias.
-¿Cuántos agentes integran la unidad en Granada?
-Ahora mismo somos 61, porque se nos acaba de jubilar un compañero, más dos funcionarias de la Junta de Andalucía.
-¿Son suficientes o harían falta más?
-Siempre se quiere más (risas). Preferiría que fuésemos unos pocos más para cumplir con nuestras competencias mejor todavía, pero el número de funcionarios que tiene Granada está muy bien.
-¿Sabe si hay planes para aumentar la plantilla?
-Había planes y se consiguió aumentar en varias provincias. En Granada también, pero no se ha llegado al número previsto en toda Andalucía, que era de 720. Actualmente somos unos 600.
-¿Hay alguna carencia de medios?
-Habría que hacer un análisis retrospectivo. Cuando la unidad se crea había muy pocos medios, pero, inmediatamente, conforme empezó a crecer, la Junta actuó en consecuencia, dotándola de muchísimos medios y lo cierto es que, en general, estamos muy bien. También hay que tener en cuenta que eran tiempos de bonanza y que ahora la crisis afecta a todos. Ya no tenemos tantos coches como antes, por ejemplo, pero todos funcionan y pasan la ITV, y que yo sepa, aquí en Granada, no se ha dejado de hacer ni un traslado de un menor a un centro de reforma por falta de vehículo. La obligación de los sindicatos es reivindicar y pedir más y más, pero tenemos que ser conscientes de la situación real en la que estamos, que no es la de 2005.
-Hablando de sindicatos, en su día criticaron que usen teléfonos móviles en lugar de una emisora policial.
-Es cierto que las transmisiones son fundamentalmente con los móviles, pero hay un montón de terminales. Le garantizo que no tenemos problemas de comunicación ni afecta a nuestra labor operativa.
-De las competencias que tiene la Policía Autonómica, ¿cuál es la que les da más trabajo?
-Menores, con diferencia. En este ámbito trabajamos con Fiscalía, que nos encomienda numerosas diligencias, y con la Delegación de Salud y Asuntos Sociales. Tenemos una comunicación continua con el Servicio de Protección de Menores, que constantemente nos manda oficios requiriéndonos colaboración para hacer informes o retirada de menores. La labor que desarrollamos en este ámbito es muy importante: quitarle un niño a un padre es muy delicado.
-¿Hay muchas retiradas de niños en Granada?
-No demasiadas. Pero quiero dejar claro que siempre es en beneficio del niño. Cuando intervenimos es porque la situación de riesgo es grave, pues el menor no está bien atendido, sufre agresiones en el propio domicilio, no está escolarizado, no está bien alimentado.... Muchas veces son hijos de parejas que se han separado, que se pelean, y al final el niño es el que paga.
-¿Cuántas?
-En total, en lo que va de año, hemos hecho 17 retiradas policiales de niñas y 16 de niños. Cinco de ellas, por iniciativa propia, porque hemos ido a un domicilio, hemos visto que la situación era insoportable para el menor y hemos decidido que ese niño había que ingresarlo en un centro. En esos casos, se informa lógicamente a Fiscalía y a Igualdad y Asuntos Sociales. Luego, a instancias de la autoridad, han sido 28.
-De casos concretos...
-(Corta a la periodista amablemente) No damos información alguna en temas de menores.
-¿Intervienen sólo cuando el menor es víctima o también cuando comete una infracción?
-En menores infractores, la competencia que tenemos es en el traslado desde el Juzgado o la Fiscalía al centro de Internamiento o viceversa. En esta función empleamos mucho tiempo. Piense usted que no sólo los llevamos a San Miguel, sino a Tierras de Oria, en Almería, o a otras provincias como Cádiz, Jaén, Córdoba...
-¿Y se les ha escapado alguna vez alguno en los traslados?
-(Risas). Sí, uno se escapó en una ocasión por no tomar las medidas necesarias de seguridad. Lo cogimos inmediatamente, pero nos dio un sustillo.
-¿Cómo se actúa en los casos de absentismo escolar?
-Lo primero que hay que hacer es hablar con el colegio, pues es el centro el que confirma las veces que ha faltado el menor y el que da la primera información a la Delegación de Educación. Si el asunto es grave interviene la Fiscalía, y si ésta cree conveniente que intervengamos nosotros, nos oficia y hacemos las gestiones correspondientes. Desde enero, hemos intervenido en siete casos graves de absentismo escolar.
-¿Los fraudes en la escolarización también los investigan ustedes?
-Sí, así es, y en verano nos tiene locos.
-¿Es que hay muchas reclamaciones de padres?
-Muchas, pero también muchas que no son ciertas. Hay padres que se quedan sin plaza y piensan que otros están engañando, pero a la hora de la verdad no es así. Antes estas intervenciones no estaban incluidas en nuestras competencias, pero desde hace tres años sí.
-Pero picaresca hay.
-Sí, sí, claro que sí. Este año hemos detectado más de 20 domicilios que no eran ciertos.
-Y en caso de que se comprueba la falsedad en los datos de la vivienda, ¿qué les puede pasar a esos padres?
-Pues les puede pasar incluso que Fiscalía intervenga, depende de la gravedad. Piense que si están falseando documentos públicos, puede ser delito. De entrada, la Delegación de Educación retira al niño del centro para que acuda a otro más próximo a su domicilio.
-Al bajar la amenaza terrorista, tendrán menos trabajo en sus labores de vigilancia y escolta, ¿no?
-Efectivamente. Se han quitado escoltas.
-¿A cuántas autoridades escolta la Policía Autonómica en Granada?
-A tres.
-¿Cuando inspeccionan locales, cuáles son las infracciones que buscan?
-La Junta de Andalucía tiene competencias en locales de más de 700 personas de aforo o en infracciones muy graves en locales más pequeños. Lo que pasa es que nosotros como inspeccionamos también juego -máquinas recreativas-, cuando entramos en un bar o pub pequeño para ello, pedimos toda la documentación y si detectamos alguna irregularidad la denunciamos. Si el problema es de seguridad -extintores, salidas de emergencia o seguro de responsabilidad civil- somos implacables. Le diré que por el seguro de responsabilidad civil se decretan muchos cierres. Ha habido desde el inicio del año hasta la fecha 69 denuncias por incumplimiento de las medidas de seguridad.
-Hablando del aforo de los establecimientos. La sombra del Madrid Arena ha sobrevolado Granada este año en un par de ocasiones. ¿Se exagera o puede haber una réplica de esta tragedia en la ciudad?
-Sí puede haberla, pues hay personas que no valoran la seguridad de los demás, ya que les importa sólo el dinero. Ahora, lo que ocurrió allí no es normal y yo creo que hay más posibilidades de que no ocurra que de que ocurra.
-Porque en el botellódromo...
-El botellódromo está muy controlado y es un espacio abierto, y si hay más gente se va abriendo por las zonas adyacentes. De hecho, hubo la primavera pasada una aglomeración muy grande, de 25.000 personas, y no hubo ningún problema de este tipo.
-¿Y cómo quedó el asunto de la macrofiesta del Hotel Alcano, donde se superó con creces el aforo permitido, en la vía administrativa?
-Nosotros levantamos un acta de denuncia por las infracciones administrativas que se habían cometido, pues no había documentación, no había permiso previo, y se remitió el asunto al Servicio de Juego de la Delegación del Gobierno. Este servicio abrió su expediente e imagino que sancionarán a los organizadores, pues el recinto no tenía ningún permiso para realizar esa actividad y eso es una infracción muy grave.
-¿Y timbas? ¿Hay muchas en Granada?
-Muy pocas. Hemos detectado alguna vez alguna, pero si se hacen suele ser en domicilios privados. En algún bar también se han realizado, pero como la gente sabe que es ilegal, juega con fichas y no con dinero. Lo mismo ocurre con las partidas de póquer.
-¿Qué le parece la proliferación extraordinaria de este tipo de juegos en la red y en la televisión?
-Me parece fatal, porque se está promocionando el juego de una manera increíble. Hay que dejar claro que siempre, en el juego, al final pierdes, porque quienes los organizan lo hacen para ganar.
-¿La reventa de entradas taurinas les da mucho trabajo en el Corpus? ¿Es un negocio importante?
-Ahora no hay un negocio importante porque la economía no da para tanto, pero sí hay reventa. Hay gente muy taurina que quiere buenas entradas y las consigue por este medio. Nosotros hacemos un dispositivo específico para frenar estas prácticas.
-Ahora que se acercan las fechas navideñas, surgen rifas y sorteos por todas partes, algunos de ellos fraudulentos. ¿Qué diría a los granadinos para que eviten ser timados?
-Que si compra un boleto o una participación que sea a una persona o entidad conocida. En las rifas pequeñas, de cestas o lotes, no suele haber problema, pero siempre hay que comprobar la veracidad.
-Y se avecinan los cotillones...
-Sí, ahora empieza una época de mucho trabajo, pues comenzamos con todas las inspecciones de prevención, para que esté todo correcto de cara al día 31.
-A los incendios también acuden.
-Sí. Cuando se produce el incendio, nos avisa normalmente el 112 y se manda una patrulla inmediatamente si hay disponibilidad. Si cuando llegamos está la Guardia Civil, ofrecemos nuestra ayuda y, en caso negativo, nos retiramos. Normalmente lo investigan ellos, pero si nos ocupamos nosotros. Hacemos lo que se hace en cualquier investigación: buscar testigos y el origen del fuego, en colaboración con la Brigada de Investigación de Incendios Forestales de la Delegación de Medio Ambiente. Muchos son negligencias.
-Pesca de inmaduros. ¿Intervienen muchos kilos?
-Este año, apenas nada. Antes sí se intervenían más. Íbamos por la costa en el barco que tenía Agricultura y se inspeccionaban barcos de pesca. Ahora, realizamos fundamentalmente nuestras intervenciones en Granada capital.
-¿Le han puesto alguna vez una tapa de chanquetes?
-(Risas) ¡Sí! Aunque tapa no, lo que he visto son raciones.
-¿Y cómo reacciona un jefe provincial de la Policía Autonómica en una situación así?
-Bueno, alguno que estaba conmigo quería que pidiéramos un plato de chanquetes, algo que lógicamente no hicimos. ¡Sólo me falta a mí que me hicieran una foto comiendo chanquetes! De todos modos, hay un pescado chino que es similar y en muchas ocasiones es lo que venden como chanquetes. También le diré que, en realidad, la prohibición del chanquete no es por el chanquete en sí, pues es una especie pequeñita, que no crece más. Lo que ocurre es que al pescar el chanquete se pescan los alevines de otras especies al usar mallas tan finas.
-También abarcan el Patrimonio Histórico. ¿Han tenido alguna actuación reciente?
-Sí, contra un expolio en un yacimiento arqueológico. Denunciamos a un hombre al que nuestra patrulla observó en el campo con un detector de metales. Salió corriendo, pero le estuvimos esperando por la zona y apareció otro día. Le encontramos cuarenta o cincuenta monedas árabes , romanas...
-¿Cree que la gente sabe cuál es la labor que realiza la Policía Autonómica?
-No. La verdad es que no. Pienso que somos bastante desconocidos. Ahora hay más gente que sabe que existimos, también gracias a noticias aparecidas en prensa sobre nuestra actividad [la unidad intervino en el caso Alhambra, por ejemplo], pero sigue habiendo mucho desconocimiento. En realidad, como sabe, no nos llamamos policía autonómica, sino Unidad del Cuerpo Nacional de Policía adscrita a la Comunidad Autónoma de Andalucía.
-Y no son demasiado conocidos pese a que son un grupo policial que, por sus competencias, tienen una vertiente más social.
-Sí, nuestra labor tiene un carácter más social y eso también hace que no seamos demasiado conocidos. Las intervenciones que hacemos no son muy sonadas; nuestro trabajo es mucho más silencioso, sobre todo en el tema de menores. Pero hacemos un trabajo muy importante y muy valorado dentro de la Junta.
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