La tumba de Lorca, por decreto

Tres diputados provinciales de Granada marcaron en 1980 el monolito de Alfacar como lugar de enterramiento de García Lorca tan sólo con testimonios orales de escasa consistencia

Gabriel Pozo Felguera / Granada

16 de agosto 2010 - 01:00

El monolito y el parque de Alfacar para marcar el lugar de enterramiento de García Lorca no fueron erigidos en ese lugar de manera caprichosa. Todo fue fruto de una comisión de investigación "oficial" puesta en marcha por la Diputación Provincial. Los trabajos se llevaron con mucha ilusión, y emoción también, de sus protagonistas. Aquel informe de 1980 fue el que tomó como base el pasado año para que el juez Baltasar Garzón, a instancias de descendientes de fusilados con Lorca y de la Asociación para Recuperación de Memoria Histórica (ARMH), autorizara las exhumaciones. El resultado fue que en ese punto concreto y sus inmediaciones no había sido fusilado nadie.

El origen de todo se encuentra en los intentos de políticos e intelectuales de recuperar la memoria histórica y, concretamente, la figura y obra lorquiana. La corporación provincial salida de las primeras elecciones democráticas, en 1979, se tomó como un deber el asunto Lorca. El legajo 20024, hoy archivado en el Patronato García Lorca de Fuente Vaqueros, recoge toda aquella historia. Los tres grupos políticos representados en Diputación (UCD, PSOE y PCE) crearon una "comisión de encuesta para localizar el lugar de enterramiento de García Lorca". Se pretendía no sólo encontrar su tumba, sino hacer un monumento conmemorativo y una biblioteca. Le pidieron opinión a Isabel García Lorca, la única hermana que vivía, y su respuesta fue: "Me parece bien el monumento en el lugar donde fue fusilado. La biblioteca me gustaría en un lugar céntrico en Fuente Vaqueros".

El 30 de enero de 1980 se constituyó la comisión de diputados, con Jaime Mansilla Planas (presidente), Leonardo Martín y José Guardia Rodríguez. Contaban con el auxilio del secretario de Diputación y de un técnico. Se marcaron como objetivo invitar a todos los que sepan algo del lugar de entierro, dirigirse a quienes habían publicado o dicho algo en medios sobre la tumba de Lorca, y dirigirse al Ayuntamiento de Víznar para pedir datos y propiedades de lugares.

Comenzaron a entrevistar a escritores e investigadores e incluso realizaron varias visitas a la zona. Analizamos en síntesis qué aportaciones efectuó cada uno de ellos:

JOSÉ ROLDÁN COBOS

(Funcionario por entonces). En el verano de 1936 estaba de enlace en la 32 división de estado mayor, a las órdenes del coronel Lorenzo Tamayo Orellana. Lo enviaron a la primera bandera de Falange (Víznar) la madrugada del 19-20 de agosto. "Al regresar desde Víznar a Alfacar, junto a la denominada Fuente Grande, a la derecha del camino, se encontraron cuatro cadáveres, uno de ellos correspondiente a García Lorca y los otros a los banderilleros El Colores y El Magarza, el cuarto usaba ortopedia de madera".

EDUARDO CASTRO

(Periodista). Dice que tiene datos para asegurar que: 1. Federico fue ejecutado en la madrugada del 19 de agosto, en las inmediaciones del barranco de Víznar, cerca de Fuente Grande de Alfacar, aproximadamente a la altura de una pequeña curva que hay a unos 100 metros de la citada fuente. 2. En el mismo sitio y a la misma hora fueron fusilados otros tres hombres… 3. Los cuatro muertos fueron enterrados, por parejas, en sendas fosas abiertas en el mismo lugar donde sucedieron las ejecuciones (…) se encuentran los restos entre la pequeña curva de la carretera, un barranquillo que baja del cerro bordeando el pinar y dos únicos olivos que quedan en el lugar. Personalmente, me inclino a pensar que las fosas fueron abiertas junto al olivo que hay más próximo al barranquillo y los pinos… Castro aportó un pequeño mapa indicando el lugar.

MARÍA LUISA ILLESCAS

Esta mujer era sobrina de un panadero de Víznar que veraneaba allí durante la guerra. Fue llevada, llena de miedo, por Eulalia Dolores de la Higuera; aportó una fotografía del supuesto lugar de enterramiento. Dijo que Lorca estaba enterrado entre la peña y el olivo "porque seis de los componentes de la escuadra negra estaban alojados en casa de su tía, en Víznar, y la misma persona que lo fusiló mostró a su tío el lugar donde lo hizo, que fue delante del peñasco que se muestra en la fotografía". Por consiguiente, deduce que el enterramiento, lógicamente, debe de estar próximo. El pie de foto reza: "Aunque dice que todo está muy cambiado, cree poder acertar con el lugar exacto de donde se hicieron esas fotos poco tiempo después de la muerte de Federico García Lorca". El día 1 de marzo de 1980 visitaron el lugar Eulalia, María Luisa y Gibson, junto con los diputados. En ese momento marcaron una X en el lugar que después fue colocado el monolito.

JUAN LUIS VILA-SAN JUAN

(Periodista. Premio Espejo de España 1975). Visita el lugar (12.3.80), dice que le despista la anchura de la carretera recientemente asfaltada… tras una curva, en la que quedan dos olivos y una peña, "reconoce el lugar donde uno de los que él cree formó parte del fusilamiento, le indicó en 1973, era donde había sido asesinado el poeta (…) Respecto a su enterramiento, que es lo que a esta comisión interesa, yo no puedo aportar más que la lógica de que fuese cerca del lugar del asesinato que yo describo".

ÁNGELES GONZÁLEZ Y FERNANDO MOLINA GONZÁLEZ

(Viuda e hijo de Eduardo Molina Fajardo, director de Patria y subjefe provincial del Movimiento). "…Puede situarse en el Camino del Obispo, a unos 1.200 m. en línea recta de Víznar, junto a un pequeño llano utilizado en aquella época como campo de instrucción… siendo enterrado en unos antiguos pozos realizados para encontrar agua, cuya ubicación aún es bien visible en el extremo oeste del mismo, cercano a un antiguo olivar". Ángeles se basa en los apuntes tomados por su marido (fallecido en 1979) en conversaciones con falangistas que estuvieron en Víznar en 1936. Menciona a M. M. B. (Manuel Martínez Bueso) como persona encargada por Nestares para presenciar la ejecución e informarle; a P. C. H. (Pedro Cuesta Hernández), como persona que vigilaba a los enterradores ya de mañana; y a J. E. (suponemos que se refiere a Joaquín Espigares). Los tres informaron a su marido y/o al capitán Nestares de que los fusilamientos y enterramientos tuvieron lugar en el extremo oeste del campo de instrucción. J. E. es aún más concreto: "…En un sitio llamado llanos de Corvera, por encima del Cortijo de Gazpacho".

El 18 de marzo de 1980, a las 18,30 horas, Ángeles y su hijo Fernando Molina visitaron el lugar y marcaron con una mínima diferencia (y sin saber que un policía las había escrito antes) las siguientes coordenadas: N 37º 14'485" W 003º 32'938".

IAN GIBSON

(Biógrafo de García Lorca). Declaró y ratificó por escrito sus palabras acerca de que había sido fusilado cerca del olivo, donde situaron el monolito posteriormente. Ratifica la conversación con su enterrador (el del Lorca) "que me ha vuelto a pedir siga respetando su deseo de permanecer anónimo… Está seguro de que fue él que le enterró". Dice que a partir de 1955, Penón recogió mucho material sobre la muerte de Lorca; "hará 3 meses que he visto esos papeles y estoy trabajando con ellos: cuenta todo lo que yo conté, diez años después, en mi libro. Penón conoció al mismo hombre (el mismo enterrador) que yo. Dicho enterrador fue detenido cuando iba con Penón y maltratado por la Guardia Civil".

JOSÉ CONTRERAS HITA

(Jornalero de Huétor Santillán). Fue capataz durante la repoblación forestal de los años 40-50. Oyó muchas cosas de fusilamientos, pero no pudo precisar nada.

ANTONIO RAMOS ESPEJO

(Periodista). "Resulta, en principio, imposible fijar con exactitud el lugar donde se enterraron los restos de F. G. L. De cuantas investigaciones se han realizado, parece más acertada la de I. Gibson. Campesinos de Alfacar dicen que está enterrado donde dice Gibson, es decir, en los dos olivos junto a la carretera". Pone ciertas objeciones, ya que allí fueron enterrados los primeros fusilados y F. G. L. lo fue más tarde.

Propone seguir la investigación en las siguientes líneas: 1. Ante las autoridades militares -y el Gobierno tiene medidas para hacerlo-. 2. Por otra parte, "yo no desecho, en absoluto, las aportaciones de Eduardo Molina Fajardo, si bien no se conocen aún, se publicarán en breve. Este escritor granadino tuvo durante muchos años acceso a archivos de difícil consulta para otros investigadores". 3. "Por último, quiero aclarar que no debería removerse aquel terreno, ni construir edificio alguno -me refiero al proyecto de la biblioteca o a algún monumento que pueda condicionar fijar un supuesto lugar exacto. Pienso que debe acotarse el paraje desde los Pozos hasta las inmediaciones de Fuente Grande, con una plaza a la entrada y otra a la salida, en las que se explique el significado que tiene el lugar. Adecentar el paisaje y plantar muchas platas… Y no dejar esta investigación, iniciada por Diputación, cerrada, sino abierta para profundizar aún más a partir de este momento".

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