Emilia Llanos, la gran amiga de Federico García Lorca, falleció en Granada el 29 de agosto de 1967. Ligada a la tertulia del Rinconcillo del Café Alameda en Granada y cercana también al pintor Ismael González de la Serna o el músico Manuel de Falla, sus restos descansan desde hace más de 50 años en el cementerio de San José.

Sin embargo, en su lápida aparece estos días una pegatina amarilla de Emucesa en la que se reseña que la tumba ha vencido el plazo de concesión, paso previo al expediente de desalojo de los restos mortales de la mujer que, ya en los 50, escribió una famosa carta al investigador Agustín Penón en la que le anunciaba que “nuestro amigo”, en referencia a Lorca, “ya no está allí”, con lo que advertía al periodista que los restos del poeta ya no se encontraban en Alfacar y que podrían haber sido desenterrados.

En 2016 se produjo un gran revuelo por el vencimiento de la tumba de Modesto Cendoya

Con esta pegatina amarilla en su lápida se comunica que la concesión de determinados nichos, que se creían a perpetuidad, ha caducado.

Así lo ha denunciado en su cuenta de Twitter la escritora Lola Manjón, que escribió la biografía Emilia Llanos Medina. Una mujer en la Granada de Federico García Lorca, que en la red social cuelga una foto de la lápida y se pregunta: ¿Qué pensaría Federico?”.

Un caso similar originó un notable revuelo mediático en 2016, cuando se anunció que habían vencido las tumbas de personajes como el pintor Marino Antequera, el arquitecto conservador de la Alhambra Modesto Cendoya, el restaurador del Carmen de los Mártires y el Monasterio de San Jerónimo Rafael García Bonillo o el músico y compositor Valentín Ruiz Aznar, ante lo que el Centro Artístico y Literario pidió que sus restos se depositaran en el panteón de granadinos ilustres.

Este procedimiento se inició durante el mandato del Partido Popular en el Ayuntamiento de Granada que, en 2016, anunció su intención de desalojar más de 16.179 ciudadanos de los nichos por el impago de la tasa de los derechos de conservación general.

El envío de cartas y el anuncio de los fallecidos afectados provocó la regularización de 4.500 unidades de enterramiento.

El revuelo causado por este desalojo masivo fue tal que el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, ordenó la paralización del procedimiento nada más llegar a la Alcaldía. Fue en mayo de 2016. El equipo de Gobierno socialista dio una tregua de más de un año para que los granadinos actualizaran sus datos.

Una vez iniciado 2018 y tras el fin de la tregua, Emucesa ya tuvo vía libre para iniciar la operación de desalojo que pone ahora en el foco a Emilia Llanos.

Y aunque Emilia Llanos nació en Villanueva del Arzobispo, su figura está íntimamente ligada a Granada y, según recoge en su estudio Lola Manjón, fue la amiga más leal del poeta hasta el fin de sus días. Tanto que falleció habiendo perdido la razón y mencionando continuamente al que fue su gran amigo. Ahora, Llanos podría acabar en una fosa común si no se regulariza la situación de su tumba...