El turismo pondrá el broche de oro a su año de récord con las fiestas de Navidad

El turismo pocas veces decepciona a Granada. Ni siquiera en Navidad, una época en la que tira más la familia y que solo en los últimos tiempos se ha convertido en un periodo clave para los viajes y escapadas, la industria turística renquea. El sector confía en que las dos semanas largas que comienzan hoy y finalizarán el próximo 7 de enero sean el "colofón" a un buen año turístico, que Granada con toda probabilidad cerrará con un nuevo récord en visitas y pernoctaciones.

"Las sensaciones son muy positivas, sobre todo teniendo en cuenta la línea ascendente de este año", explica el presidente de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo, Trinitario Betoret, que confirma que durante todo el mes de diciembre la restauración ha funcionado "muy bien" gracias a los almuerzos y cenas de Navidad, y que ahora le toca a los alojamientos, con los picos de ocupación tanto de Nochebuena como de Nochevieja.

Aunque no hay cifras oficiales, Betoret asegura que la ocupación de los establecimientos hoteleros de la provincia se animará sensiblemente a partir del martes 26, una vez pasada la Nochebuena, que sigue siendo una fecha donde pesa la tradición familiar y vueltas a casa. Aunque el mercado internacional "sí se mueve" en torno al 24 de diciembre, es una vez superada esta noche de familia cuando se reactiva la llegada de viajeros nacionales, que al fin y al cabo son los que marcan la tendencia en estas fechas. La buena ocupación, según explicó el presidente de los hosteleros, se alargará hasta los primeros días de enero, permitiendo al sector hotelero empezar el nuevo año "con ganas y empuje", paliando en buena medida las cifras de la temporada baja turística de la provincia. "En Navidad continuaremos con la inercia de los últimos meses", explica Trinitario Betoret, que recuerda que si el inicio de las fiestas navideñas va a ser positivo para el sector se debe en buena medida a que los festivos caigan en lunes, creando un par de puentes que aprovecharán tanto los alojamientos como la restauración.

La ocupación, sobre todo en torno a la Nochevieja, será mejor que la de un fin de semana normal, entre otras cosas porque será más largo de lo habitual. "Lo lógico es que la estancia se alargue y se note en una mayor ocupación que un fin de semana normal de diciembre, en el que tenemos temporada baja", indica el presidente de los hosteleros granadinos.

Según un informe realizado por Trivago, Granada es uno de los diez destinos más buscados por los españoles para pasar tanto las fiestas de Navidad como las de Nochevieja, situándose en la quinta posición -junto a ciudades internacionales- en el caso del puente que rodea la última noche del año.

Si los hoteles van bien, mejor aún vivirán la Navidad los establecimientos de restauración, que llevan celebrando las fiestas casi desde mediados de noviembre. A las comidas y cenas de amigos, trabajadores y familias se suma ahora una tradición que se está asentando en el centro, de la mano de la aparición de nuevos negocios de hostelería centrados en la sobremesa: la 'tardebuena'. La tarde del 24 de diciembre se ha convertido en los últimos años en un momento de oro para los negocios del sector, sobre todo cuando, como es el caso, coincide con el buen tiempo. "La buena climatología repercute muy positivamente en la hostelería", indica Betoret, señalando que la consecuencia lógica es que la gente salga a la calle y celebre al máximo los días y tardes libres que tenga antes de las reuniones familiares.

Los buenos datos del cierre de 2017 y del comienzos de año previsiblemente se alargarán al resto de 2018. La sensaciones en el sector son positivas, y aunque desde la Federación de Hostelería prefieren no hablar de récords, confían en que el próximo ejercicio sea al menos tan beneficioso para el sector como el que está a punto de cerrarse. Sobre todo, en términos de rentabilidad.

El sector, como reconoce Betoret, lleva un par de año de recuperación en términos económicos, después de varios ejercicios en los que la guerra de precios que se desató en el sector hotelero dejó muy tocadas las cuentas de las empresas. Con los precios en recuperación, las reservas al alza y los presupuestos más hinchados, los empresarios turísticos confían en que 2018 ya sí sea el año en el que las cuentas de resultados dejen de reflejar los últimos síntomas de la crisis.