La última orla de dueños de VPO

Visogsa sortea las 105 viviendas de protección oficial del nuevo bloque que está ya construyendo detrás de la Estación de Autobuses, 95 de ellas en régimen de alquiler con derecho a compra dentro de diez años

Belén Rico

16 de marzo 2011 - 01:00

En un sorteo de VPO nunca a llueve a gusto de todos. Por eso, en el que se celebró ayer por la mañana en la Diputación de Granada algunos salieron llorando y otros pegando botes de alegría. Para los padres de Jéssica Aivar, una joven profesora de 24 años, todo eran alegrías. Su hija, que estaba en el trabajo, no lo supo hasta mediodía porque ellos ni siquiera habían querido decirle que era el día X en el que podía pasar a ser propietaria de una vivienda para que así no estuviera nerviosa mientras daba sus clases.

Bueno, Jéssica ayer no pasaba directamente a ser propietaria sino que fue uno de los 95 nombres agraciados con uno de los pisos de alquiler con derecho a compra dentro de diez años. Sólo diez de las 105 viviendas que forman el nuevo bloque de VPO de Visogsa -situado detrás de la Estación de Autobuses de Granada- estaban destinadas a compra y eran las de familia numerosa.

Una mujer marroquí de mediana edad que optaba a una vivienda para ella, su esposo y sus tres hijos, uno de ellos con minusvalía que quería una de estas últimas, no había tenido tanto éxito como Jéssica Aivar. Pero tampoco se lo tomó mal. "Llevo desde 2002 echando papeles para entrar en el sorteo de VPO. Siempre digo que alguna vez será, pero se ve que hasta la fecha no ha sido posible", comentaba resignada la madre de familia numerosa, que prefería mantenerse en el anonimato.

Y es que la decepción de no obtener el ansiado piso lo mismo causó ayer alguna llantera como reacciones más iracundas. El padre de Tania Dumont, José Antonio Dumont, estaba bastante enfadado. "Todos los pisos han sido para marroquís. Yo no he visto que le toque a ningún español, y somos los únicos que teníamos que entrar en el bombo", se quejaba el padre de la propietaria frustrada, quien también se quejaba de las entradas que habían pedido en los sorteos de otras viviendas de Visogsa. "Piden entradas de 15.000 euros. Pero si alguien opta a una VPO, ¿cómo va a tener dinero para pagar eso? Nosotros en Alhendín hemos visto pisos libres con más facilidades ", se lamentaba el decepcionado padre.

Las 95 que se sortearon ayer en régimen de alquiler no tenían esos requisitos tan difíciles de afrontar en estos momentos para alguien con renta baja, ni tampoco obligan a solicitar en un par de meses una hipoteca. Por eso Clementina Bex, de 36 años, había salido bastante tristona, pero no como su amiga, que salía llorando directamente y que no quería hablar. "A mí ya me tocó una vez hace cuatro o cinco años que me llamaron de suplente, pero como la gente había pagado ya bastante me pedía una entrada de 30.000 euros y tuve que renunciar", comentaba Bex.

Otras dos amigas, Estefanía Leire y Susana Capilla, ambas de 32 años, salían que ni fu ni fa. "Yo el sorteo lo he visto bien, sólo que lo podían haber hecho con bolas en vez de con papeles porque han salido muchos números consecutivos. Esperaremos a otro a ver si tenemos más suerte, aunque lo mejor de este es que las viviendas son en régimen de alquiler con derecho a compra y sólo hay que pagar de entrada dos meses", comentaban las dos chicas, que estaban en el punto medio de las reacciones que es frecuente ver en toda la cultura que rodea a los sorteos de VPO.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último