Una vecina de Olivares fallece al caer por un barranco de cien metros
La mujer, de origen alemán y muy querida en el pueblo, salía a pasear habitualmente por los alrededores de la localidad
Una mujer alemana de 58 años falleció ayer en Olivares al precipitarse por un barranco de unos 100 metros de altura. El primer aviso lo recibió el teléfono de emergencias 112 a las 23:40 horas. Un particular alertó sobre la desaparición en el campo de una señora mayor, vecina de la localidad, que salía a pasear todas las tardes de manera rutinaria por los alrededores del pueblo y de Moclín.
Todos los ciudadanos de la zona se organizaron rápidamente en grupos de búsqueda para recorrer los enclaves por los que la mujer solía pasear y, finalmente, a las 1:45 horas localizaron el cuerpo inconsciente de la desaparecida gracias al sonido de su móvil, al que estuvieron llamando los vecinos continuamente para poder encontrarla.
Inmediatamente agentes de la Guardia Civil y profesionales del 061 acudieron al lugar del suceso, una zona de difícil acceso debido a la altitud y el abrupto relieve del precipicio. La intervención fue llevada a cabo en una actuación conjunta con el Grupo de Rescate de Montaña, que sólo pudo certificar la muerte de la mujer, pasadas las tres de la madrugada.
"Era una mujer estupenda y era muy querida en el pueblo", afirmó una vecina de Olivares a la redacción de este periódico. "Se preocupaba mucho por los asuntos del pueblo, sobre todo en los referentes al medio ambiente. También se volcaba en la organización de las fiestas. Aquí todo el mundo la conocía porque se vino a vivir con su marido, que sí era natural de Olivares, hace ya muchos años".
La fallecida era viuda y tenía tres hijos, uno de ellos vivía con ella en la vivienda familiar de Olivares. En la pequeña localidad, de unos 1.000 habitantes, la recuerdan como una mujer emprendedora y muy trabajadora. "Le gustaba mucho la fotografía. Hacía fotos de todo lo que le llamaba la atención, desde los ojos de un niño hasta el color de una flor, y para todo pedía permiso, siempre con mucho respeto. Por eso salía a caminar por el monte, para hacer fotografías de la naturaleza".
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