La vendimia llega tarde a La Alpujarra
Los agricultores, "preocupados" por el retraso en la maduración
Aunque a finales de agosto suele empezar a dar comienzo esta actividad, no es hasta la llegada del otoño cuando se produce la verdadera vendimia, una de las actividades agrícolas que más intensamente se vive en lugares como la subzona Contraviesa-Alpujarra.
La recogida de la uva y la producción de vino es una actividad central en una zona que cuenta con más de 6.000 hectáreas de viñedos repartidas en su mayoría por las lomas de Sorvilán, Polopos, Cástaras, Murtas y Cádiar, y demás términos municipales como Albondón, Albuñol, Almegíjar, Lobras, Rubite, Torvizcón, Turón y Ugíjar, y en la que se producirán más de siete millones de litros de vino. Un proceso lento y en el que nunca se sabe cuándo es el momento exacto de comenzar a vendimiar.
Francisco Molina, agricultor y enólogo de la Contraviesa, señala que "este año estamos un pelín preocupados porque la campaña va con algo de retraso, sobre todo en algunas variedades tintas y en la uva común de la comarca". La vinificación comenzó con los blancos, ahora se están haciendo algunos tintos, se está cortando la uva común con la que se hace el vino costa tradicional y se calcula que hasta principios de noviembre aún habrá gente vendimiando. El motivo del retraso de la campaña de este año se debe a que "la primavera vino retrasada, no ha hecho mucho calor y la uva no ha madurado de la forma habitual que suele hacerlo", apunta Molina.
Hasta las primeras lluvias de otoño se suele esperar para que la uva dé ese empujón que le hace falta para madurar, aunque "tampoco hay que tener prisa y quien manda de verdad es la uva, el pesamostos y la acidez". En definitiva, si la uva está madura para el tipo de vino que se quiere elaborar, pues a vendimiar se ha dicho.
El proceso de vendimia no es nada fácil ni rápido, y menos en una zona como la Contraviesa y la Alpujarra donde, debido a la orografía del terreno, la recogida de la uva se hace de manera manual, en cajas que hay que sacarlas con tractores, y quien no tiene posibilidades lo hace con bestias o incluso a pulso para llevarla posteriormente hasta los lagares, donde se realiza el proceso del pisado de la uva.
"Aquí es impensable hacerlo con máquinas vendimiadoras, aunque todo esto va en detrimento de la calidad, por ello nosotros aquí podemos presumir de tener una gran calidad de uva y de vino", asegura Molina, quien concluye diciendo que, pese al retraso de la vendimia, "la uva de la Alpujarra goza de buena salud".
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