El verdadero pan tradicional de Alfacar resiste a la crisis

María Dolores Rojas en la Panadería Alfacar, situada en el barrio del Zaidín.
María Dolores Rojas en la Panadería Alfacar, situada en el barrio del Zaidín.

17 de agosto 2012 - 01:00

Tras más de veinte años detrás del mostrador de una panadería María Dolores Rojas sigue vendiendo su pan de Alfacar a diario. Se desplaza todas las mañanas desde la tahona que posee en su pueblo, Alfacar, hasta la Panadería Alfacar, situada en la Avenida Barcelona en el barrio del Zaidín de la capital.

María Dolores cree que el barrio ya no es lo que era antes. "Ya sólo quedan las personas mayores, la juventud se ha ido a las afueras de Granada" pero por suerte aún tiene a sus clientes más fieles que aprecian la calidad de su pan, "el pan tradicional de Alfacar".

María Dolores cuenta que la competencia es dura ya que ofrecen el producto a un coste más bajo porque es precocido, no como el suyo que es elaborado en su tahona siguiendo la receta de siempre, por lo que el coste de producción es mayor y por tanto el precio del producto ha de serlo también pues se trata de ser rentable. "Ahora hay mucha competencia, muchos negocios venden 3 barras de pan a un euro, pero no es pan de Alfacar, son barras precocidas", asegura María Dolores.

Pese a todo no se queja, la venta no va mal. "Antes iba mucho mejor; al final se nota la crisis en todo lados", la gente sigue comprando el pan todos los días pero según María Dolores si antes aprovechaban la visita a la panadería y compraban también algunos dulces, ahora se privan de estos y compran únicamente el pan. Por eso ha decidido adaptar su horario a la demanda de su clientela. Ahora por la mañana abren más temprano y cierran pasadas las tres. "Nos hemos adaptado a las circunstancias del barrio, preferimos abrir más temprano a las 8:30 y estamos hasta las 3:30. Hacemos la jornada de un tirón y preferimos esto antes de quedarnos por las tardes ya que no hay niños prácticamente y los colegios no abren por la tarde", declara María Dolores.

La panadería este verano ha estado cuatro días cerrada, del 12 al 15 de agosto, pues María Dolores y su marido necesitaban un respiro para descansar unos días y volver con más fuerza a su negocio. "Han sido unas vacaciones cortas pero suficientes para recargar las pilas y volver descansados", explica María Dolores.

stats