Aromas y Sabores

El vino portugués (II)

  • Como les decía la semana pasada, los vinos portugueses conquistan los mercados internacionales y los paladares más exquisitos. Y no es casualidad.

Quinta de Nápoles-Niepoort

Quinta de Nápoles-Niepoort

Paralelamente a esta velocidad vertiginosa de progreso vitivinícola del que les hablaba el pasado domingo, existe una mayor conciencia ambiental y de sostenibilidad energética y going green. Fantástico el ejemplo de las nuevas bodegas, de las que la adega en la Quinta de Nápoles de Niepoort Vinhos es una de las más notables.

Los productos de agricultura biológica u orgánica cada vez están más presentes y el sector del vino ha hecho enormes progresos e inversiones en esa conducta. También otros productos agrícolas y especialmente el aceite han seguido este movimiento. ¡¡Atención a la espectacular calidad del aceite portugués!!

Los sommeliers, perdón, escançãos, también intentan procurar trabajar con vinos de autor, vinos diferentes, con mayor o menos dimensión, proporcionar algo nuevo a sus clientes, provocar un descubrimiento (para quienes quieren hacerlo, claro!) y ayudar a esos productores de los que sentimos en cada trago de vino, en cada copa que degustamos, el sabor de su tierra, su manera de pensar y de vivir el vino. Hay quien lo llama terroir. Esos productores luchan para mostrar lo que hacen con todo el cariño, resisten al gusto global y su plan de marketing es el sabor y gusto de sus vinos. Poco eficiente pero convincente.

Quinta do Ameal en la región de los Vinhos Verdes hace un vino de Loureiro fenomenal. Pero más increíble todavía es un Loureiro, en versión Escolha que resiste bien el tiempo, que evoluciona bien en bodega. Sorprendente y fascinante. Muy mineral, puro cristalino, de aroma vibrante pero lejos de las notas tropicales empachosas y aburridas. Ahora que está en conversión en biológico, estos vinos son cada vez mejores, con el reconocimiento de personalidades como Jancis Robinson. Ha creado, igualmente, un passito de Loureiro, de deslumbrante rusticidad y carácter, así como ha añadido un espumante muy agradable a su gama de autor.

Uno de sus vecinos causa sensación con un Vinho Verde tinto, hecho con Vinhão, una variedad tinta de una rusticidad solamente soportada por los “locales”. Normalmente este tipo de vinos tienen puntuaciones muy bajas pues sus desequilibrios así lo dictan. No obstante, nada hay mejor para maridar con la gastronomía local, fuerte y sabrosa. Con relación al vino en cuestión, Afros, producido en biodinámica, con la variedad Vinhão ha conseguido la proeza de ser mencionado por el Finantial Times con una puntuación “estratosférica” (16 puntos). Puede que los otros productores de la región vean un camino a seguir, pues en general los vinos tintos de esta región son bastante malos, con problemas de reducción y taninos violentos. Algo que también está muy de moda es que los vinos tintos tengan mucho color, que sean oscuros y opacos.

Dentro de este contexto, para el consumidor portugués los vinos muy abiertos de color son algo poco interesante. Hago esta introducción para referirme a la aparición de vinos muy ligeros de color, muy especiales, hechos con variedades de poca intensidad colorante que son verdaderas joyas gastronómicas.

Un productor del Douro tiene un vino brillante hecho con Bastardo –una variedad antigua usada para elaborar rosados– verdaderamente diferente y lo más importante: ¡muy bueno! El vino se llama Conceito Bastardo de la productora Carla Ferreira. Una vuelta saludable a un estilo antiguo, revisitado, que busca preservar un patrimonio engullido por las nuevas modas de las variedades más famosas y comerciales. Una variedad que tiene una historia notable incluso en el vino de Oporto, donde se utilizaba para calmar la violencia de otras, procurando armonía. Este vino, muy abierto de color, producido con la intención de mostrar algo diferente, tener una graduación alcohólica más baja y una jovialidad fresca en el sabor. Tiene una clara intención de ser un vino para estar en la mesa y adaptarse a varias tipologías de gastronomía. Es también un vino con carácter notable, complejo, pues tiene paso por barricas viejas de roble y acacia.

Existen otros productores con ideas semejantes en relación a estas y otras variedades. Vamos a ver si el consumidor general las aprecia. Para un sommelier es fantástico, pues abre posibilidades de sorprender y de buscar nuevos maridajes.

Han aparecido igualmente proyectos muy interesantes, como el de dos jóvenes enólogos que tuvieron la osadía de hacer un vino blanco de Colares, que mezcla un poco dos mundos vigentes en le vino. Mezcla el Viejo y el Nuevo Mundo en una viña de Malvasía de colares. Una micro-región casi en vías de desaparición, famosas por sus vinos tintos que duran décadas, viñas protegidas de forma tradicional de la fuerza de los vientos atlánticos (está a 1 km de la costa atlántica) que tiene fama de haber sido de las pocas regiones que resistieron naturalmente al ataque de la filoxera debido a sus suelos de arena que obligaban a las raíces a profundizar mucho hasta llegar a un suelo “duro” (arcilla) para fijarse. Aquí producen un vino muy curioso y rico, hecho de uvas procedentes de viñas muy viejas (más de 70 años), con producciones ridículas, donde en dos barricas se muestran esas dos filosofías de pensamiento en lo que al vino se refiere. Una barrica con el vino que fermenta con levaduras autóctonas y típicas de cada región, otra con levaduras seleccionadas. El resultado es magnífico, un vino con notas de yodo y mar, ligeramente salado y de final largo. Un vino con un potencial de envejecimiento fantástico.

También es de digna de mención la Asociación de Productores de Bairrada que se han unido bajo la forma de Baga Friends para preservar y divulgar una variedad poco querida y poco comercial pero que da lugar a vinos llenos de autenticidad, carácter y longevidad. Así, estos vinos que de jóvenes recuerdan a los Burdeos y que tras 20 o 30 años tienen un perfil de Borgoña o de Barbaresco, han encontrado quien preserve estas joyas que corrían el riesgo de convertirse en rarezas.

Muchos pensamos que conocemos poco a nuestros vecinos. Pues aún menos sus vinos. Atrévanse. Quedarán agradablemente sorprendidos.

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