"Las virtudes de los tres candidatos a sustituirme harían un presidente perfecto"
José requena. presidente de la audiencia de Granada
El pleno del CGPJ elegirá próximamente a su sucesor tras diez años al frente de la institución Reconoce que el cargo no compensa económicamente, pero profesionalmente es "un honor"
En unas semanas José Requena Paredes (Baza, Granada, 1960) dejará el cargo que ha ocupado los últimos diez años. Durante este tiempo, aunque ha habido "luces y sombras", ha conseguido fortalecer como institución a la Audiencia Provincial de Granada. Será sucedido por uno de los tres candidatos que finalmente se disputan el puesto: Antonio Moreno, Enrique Pinazo y José Luis López Fuentes. Los tres, opina, tienen puntos fuertes. Él volvera a dedicar todo su tiempo a hacer lo que más le gusta: poner sentencias como magistrado de la Sección Tercera.
-¿Por qué no ha optado a la reelección?
-Era un compromiso mío, que asumí cuando empecé mi segundo mandato. Tenía claro que iba a estar nada más que diez años, llegara como llegara de fuerzas e ilusiones. Creo que no es bueno que nos perpetuemos en los puestos, porque este cargo es un honor que también merecen otros compañeros y le puedes cerrar el paso a gente que está muy preparada y muy capacitada, que viene a aportar nuevas ilusiones e ideas. Además tenía el riesgo de que me eligieran y no quería (risas).
-¿Qué opina de los tres magistrados que aspiran a sucederle?
-Que son tres candidatos de mucho peso y con mucha categoría y experiencia. Unos destacan en unos puntos y otros en otros. Yo creo que un compendio de los tres, de la experiencia, de la formación jurídica, del entusiasmo, de la capacidad de gestión, sería ideal. Creo que las virtudes de los tres harían un presidente perfecto. Todos tienen puntos fuertes; el Consejo General del Poder Judicial no lo tiene fácil.
-Correré el riesgo de que me declare la pregunta impertinente.... ¿Apuesta por alguien?
-(Guarda silencio unos segundos). No sé... Esto no es una quiniela para apostar. Tenemos un candidato que trabaja ya dentro de la Audiencia y que cuenta con el respaldo de todos los compañeros. Hablo de Enrique. Pero bueno, no es una apuesta de la Audiencia, es un candidato más, al igual que lo es Antonio Moreno, que tiene mucha vinculación y mucha ilusión por el cargo, y que también puede aportar cosas. Es una decisión del CGPJ y sea quien sea el elegido estaremos en su toma de posesión todos apoyándole. No es que haya preferencias; yo creo que el CGPJ debe elegir al mejor y al más capacitado.
-¿Qué balance hace?
-Son muchos años para hacer un balance. En esta década han pasado muchas cosas y ha habido muchos cambios. Ha habido de todo: sombras y luces. Yo me voy... no satisfecho, porque sigue habiendo cosas por hacer y porque soy muy exigente conmigo mismo, pero me voy tranquilo. Creo que he hecho lo que quería hacer: instaurar otra forma de trabajar y lograr prestigiar a la Audiencia para que sea un referente en Granada y su doctrina.
-¿Se puede decir que ha cumplido sus objetivos?
-El día que tomé posesión, en diciembre del año 2004, dije que mi objetivo era hacer una audiencia más fuerte, con más presencia y con más prestigio, y yo creo que ahora mismo la Audiencia de Granada tiene parte de todo eso.
-¿Hay menos retraso en la resolución de asuntos?
-Estamos en niveles diferentes en el ámbito penal y el civil. La jurisdicción penal abarca más del 60% de todo lo que entra. Se abusa mucho de los recursos y existe cierto retraso, cierta congestión. Hay tiempos que deben de mejorarse bastante. Yo ya alarmé de esa situación en 2008 y hemos conseguido que a finales del año pasado se ampliaran las plazas a diez magistrados. En 2004 había seis. Pero no estamos contentos y tampoco tenemos mucha capacidad de mejora, porque entran más asuntos de los que somos capaces de resolver. Este año hemos reducido un 2% a costa de poner por encima de 400 resoluciones cada magistrado, y aún así seguimos teniendo una bolsa de asuntos que se acerca a 700 en cada sección. En las secciones civiles se ha mejorado mucho. Cuando llegué eran dos y ahora son tres. La pendencia entonces era de 1.300 asuntos pendientes y ahora no llega a 400.
-¿Hacen falta más secciones?
-Ahora mismo sería imprescindible crear la Sección Sexta penal y reestructar los diez magistrados. No es operativo tener dos secciones de cinco magistrados. Pero no podemos hacerlo porque no tenemos espacio donde ubicarla y la crisis ha sido un lastre tremendo en este último mandato.
-¿Cómo ha influido la crisis?
-Muchísimo. En la Audiencia y en todo el Poder Judicial, en la Comunidad Autónoma y en todo el territorio nacional. La justicia se ha visto perjudicada por los recortes. Sobrevivimos porque nos van poniendo más plazas.
-¿Qué tal ha sido la relación con la Junta?
-Creo que hemos tenido seis consejeros en diez años y cuatro o cinco delegado provinciales diferentes; no ha habido una línea estable en ese aspecto. Y desde hace cinco años me preocupa que se haya optado por un sistema demasiado centralizado, que ha quitado autonomía a las delegaciones provinciales. Esto ha provocado muchas frustraciones en recursos y medios materiales. Ahora mismo la Junta está muy centralizada en Sevilla y muy alejada de la realidad de las necesidades.
-¿Quita mucho tiempo el cargo?
-Quita mucho tiempo personal y familiar, sí.
-¿Es un cargo bien remunerado?
-No está bien remunerado, no. Se asombraría si le digo que ponemos todos los días dinero. La retribución neta por ser presidente al mes es de 160 euros. Nada más que en comidas, taxis... Imagínese. Esto uno no lo hace por dinero; no compensa económicamente.
-¿Y profesionalmente?
-Profesionalmente, sí. Creo que es un puesto de mucho honor, un puesto muy bonito en la carrera judicial. Presidir la Audiencia de tu tierra es un privilegio y una experiencia muy gratificante. Además uno se tiene que sentir orgulloso de estar al frente de un órgano cuando la gente con la que trabajas es extraordinaria en lo personal y en lo jurídico.
-¿Cómo tiene que ser un presidente?
-Debe estar para arreglar problemas, no para crearlos, para que esto funcione todos los días. Este es un puesto en el que hay que estar para servir y no para servirte del cargo.
-¿Y ahora qué?
-Pues ahora a hacer lo que me gusta, que es poner sentencias. Me dedicaré a mi profesión, ser magistrado e intentar ser mejor cada día. En principio me quedaría adscrito a la Audiencia, trabajando con más serenidad y más calma en los asuntos.
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