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El voto electrónico que se usará en la elección de rector en la UGR disparó la participación en otras universidades

Un estudiante consulta su móvil, en una imagen de archivo.

Un estudiante consulta su móvil, en una imagen de archivo. / R. G.

Este 16 de mayo la comunidad universitaria tiene una cita no con las urnas, sino con las pantallas. Por primera vez la elección de rector o rectora de la Universidad de Granada se hará únicamente con medios telemáticos. El voto electrónico ya está regulado por la institución, que cuenta con un reglamento electoral. La UGR usó por primera vez en 2016 este sistema telemático. La jornada electoral se desarrollará de 9:00 a 19:00 horas.

La plataforma de votación la gestiona la Universidad de Granada y fue desarrollada por la empresa Scytl, que proporciona apoyo técnico. Su project manager, Miguel González, destaca los antecedentes en el uso de este sistema de voto electrónico y su incidencia en la participación. Así, en las elecciones al Rectorado de la Universidad de La Laguna, por parte del sector estudiantil había votado a las dos de la tarde 4.486 personas (22,33%). Ese dato era muy superior a la participación total registrada en 2019, un 11,89%.

En el caso de la Universidad de Granada están llamados a votar 57.616 electores, universitarios repartidos entre estudiantado, profesorado y personal de administración y servicios. El voto es ponderado. El peso de la decisión recae principalmente en el personal docente e investigador (un 63%), mientras que el estudiantado supone un 25% de la tarta y el personal de administración y servicios el 12% restante.

Todos ellos, los 57.616 electores, tendrán que entrar en sus móviles, tabletas u ordenadores de sobremesa. Para votar hay que entrar en www.ugr.es, hacer click en el banner del procedimiento electoral, registrarse con el correo y contraseña y elegir entre las opciones, Pedro Antonio García, Pedro Mercado, Francisca López Torrecillas, voto en blanco o voto nulo. "En las elecciones con este tipo de autenticadores hay muy pocas incidencias", destaca Miguel González, que explica que el sistema garantiza tanto el secreto del voto como la seguridad del mismo. La clave para acceder a la urna electrónica se divide entre los miembros de la mesa electoral. El sistema, ya testado en otros procesos, garantiza que no se pueda acceder a esta urna ni manipular los resultados.

A nivel de cada uno de los votantes, cuando el elector entra a votar se conecta a los servidores de la UGR. Elige la opción y ese voto (que también puede ser en blanco o nulo) se cifra y se firma. De esta manera se asegura que si alguien accede al dispositivo no pueda conocer qué se ha votado. Por otro lado, el intento de acceso o manipulación podría detectarse.

Para mantener la privacidad y el anonimato en unas elecciones telemáticas es fundamental que el proceso de voto incorpore herramientas de cifrado que protejan el voto mediante un algoritmo, es decir, a través del uso de la criptografía, una técnica matemática que transforma un mensaje legible en ilegible, de manera que no se pueda conocer su contenido, explica la empresa. En cuanto al anonimato, se garantiza mediante la mezcla de los votos (mixing) en la urna digital antes del descifrado. Concretamente, las papeletas se mezclan y se vuelven a cifrar varias veces, con la finalidad de que el proceso sea imposible de rastrear. El resultado es una lista de votos totalmente aleatoria que impide vincular cada voto individual con la persona que lo ha emitido.

Otro aspecto relevante de la elección online es que existe la figura de la mesa electoral, cuya función es custodiar la clave privada de la elección que permite descifrar los votos. Al inicio de la elección esta clave se divide en fragmentos y se reparten entre los distintos miembros que la forman. De este modo, sólo si todas las personas de la mesa se ponen de acuerdo será posible proceder al escrutinio de los votos.

Transparencia

Desde Scytl se explica que a pesar de que las elecciones online implican numerosos procesos electrónicos que pueden parecer invisibles o difíciles de verificar, es posible contabilizar cada paso, lo que permite conseguir un proceso más transparente. Además, gracias a las firmas digitales de los votos y de la urna digital es posible identificar cualquier intento de manipulación a tiempo.

Dado que en las elecciones telemáticas no se comprueba la identidad de los votantes de forma presencial, se han desarrollado métodos de autenticación alternativos para garantizar que solo las personas registradas acceden al portal de votación online. De esta manera, se evita la suplantación de los electores. En el caso de las elecciones de la Universidad de Granada, se usan las claves internas ya existentes para acceder a la Oficina Virtual.

La transparencia del proceso electoral es la base de la auditabilidad. Proporcionar a los votantes la capacidad y el derecho de verificar que sus papeletas han sido depositadas oficialmente en la urna es fundamental para fomentar la confianza en el proceso electoral, insisten desde Scytl.

En este sentido, en el voto telemático la urna física se sustituye por una urna digital, y los votos se envían por Internet a un servidor de votación, donde se descargan y se descifran al final de la elección. Por ello, cobra más sentido que nunca poder proporcionar pruebas de que el recuento de votos es correcto y que refleja los votos reales emitidos. Un ejemplo de ello es el recibo de votación que se obtiene tras emitir el voto, un código único formado por números y letras al azar que actúa como prueba digital. Una vez se cierra la elección, la Junta Electoral puede publicar todos los recibos de votación y cada votante puede comprobar que el recibo de su voto se encuentra en la lista.

Todas las contingencias están previstas. El reglamento universitario incluso señala que, de ser necesario, puede ampliarse el tiempo de votación. Para el martes 16 de mayo, en la primera vuelta, la jornada electoral comienza a las diez de la mañana y finaliza a las 19:00 horas. Se prevén tanto ataques como caídas del sistema. "Esas cosas pueden pasar". La Universidad de Granada ya fue objeto de un ataque informático en enero de 2021. 

Escrutinio

El recuento puede tardar unos minutos, aunque el procedimiento sí puede extenderse. Una vez finalizado el plazo para votar, a las 19:00 horas del martes 16, se darán un breve periodo para que quien haya accedido segundos antes de las siete al portal de votación pueda completar el proceso y depositar su papeleta. "A partir de las 19:00 horas no entra nadie".

Cuando finalice ese periodo de gracia comienza el recuento. Los miembros de la mesa electoral meten la contraseña y en unos minutos se conoce el recuento. Después se hace la ponderación del voto con los porcentajes que corresponden a cada sector. "El escrutinio es muy rápido", aseguran desde Scytl. Posteriormente se rellenan las actas y se hacen públicos los resultados. En el caso de no haber ningún candidato que logre la mayoría absoluta se procederá a una segunda vuelta, que será el 30 de mayo.

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