De todos los fichajes invernales realizados por el Granada, Foulquier ha sido el más utilizado por Diego Martínez. Aunque en algunos encuentros ha sido suplente, el galo ha participado en casi todos los encuentros desde que llegó. Pese a participar en algunos de ellos como lateral, la posición en la que más ha sido usado y que en la que más convence al técnico es en la de carrilero.

Ahí se desenvolvió el francés de inicio en San Sebastián, en el carril diestro dentro del 1-5-2-3 por el que apostó el preparador, con ocupaciones defensivas para frenar tanto a Aihen como a Barranetxea, que le buscaron bastante las cosquillas por su lado.

Gran esfuerzo

De hecho, el joven extremo de la Real fue una y otra vez buscado por los suyos para tratar de desbordar por la izquierda y le dio la tarde a Foulquier, que pese a salir ganador en algunas de las disputas entre ambos sufrió bastante frente al joven y talentoso futbolista realista.

Foulquier intenta irse del donostiarra Aihen.

En ataque se prodigó Foulquier siempre que pudo, aunque la tónica que llevó el encuentro le deparó muchas más apariciones en defensa que con balón para tratar de hacer daño al rival.

Foulquier no tocó su primer balón en el Reale Arena hasta el minuto 3, y fue para recibir una dura falta del joven lateral Aihen que le costó la cartulina amarilla al local. En la segunda mitad fue objeto de otra dura falta, mientras que no cometió ninguna.

Su estadística es fácil de resumir, ya que ni regateó, ni disparó ni envió balones al área. Eso sí, tuvo que efectuar casi media decena de despejes para alejar del área visitante el peligro.

Pese a sus evidentes síntomas de cansancio en la recta final del encuentro, Foulquier no fue reemplazado y aguantó en el campo los casi cien minutos que duró el encuentro.