El Granada CF desperdició en Elche una gran oportunidad de acabar la primera vuelta con 25 puntos, lo que hubiera significado dar un salto de gigante hacia la permanencia.

Lo hará con 23 puntos manteniendo siete unidades de ventaja sobre un oponente directo tras acumular seis jornadas sin perder, que no está nada mal. El sabor amargo queda por sólo empatar (0-0) y no ganar un partido en el que juegas prácticamente un tiempo más en superioridad numérica.

Tras una primera parte muy floja de los rojiblancos, que estuvieron a merced de un Elche al que el VAR anuló el 1-0 en una acción bastante polémica el ser limítrofe entre lo legal y lo ilegal, los de Robert Moreno ni pudieron ni supieron aprovechar la roja directa que vio al inicio del segundo acto Diego González.

Con uno más dominaron, aunque no con la claridad y la suficiencia que requería la situación, y tuvieron ocasiones, pero ni en abundancia ni tan claras como se esperaba. También tuvo alguna que otra el Elche, que en el añadido se agarró a Édgar Badía para evitar el 0-1.

No fue nada buena la primera parte del Granada, que apenas creó peligro y estuvo casi siempre a merced de un Elche tan voluntarioso como errático ante el marco rojiblanco. La única vez que consiguieron los locales batir a Maximiano, el VAR echó una mano al Granada, sin que sirva de precedente, para que el tanto no subiera al marcador.

Había logrado el cuadro de Robert Moreno sacudirse el dominio inicial ilicitano y hasta rozó el 0-1, con una buena parada de Édgar Badía al chut de Antonio Puertas, cuando llegó la primera acción polémica del duelo.

Guido Carrillo remató casi a bocajarro con la testa una falta botada desde la izquierda y Maximiano tiró de reflejos para sacar un esférico que tocó en el larguero y en la misma línea de gol antes de que el propio atacante remachara a la red.

VAR sí, VAR no

Cordero Vega dio gol, pero fue advertido desde la sala VOR porque en el último remate Carrillo también tocó la manopla de Maximiano cuando el meta iba a despejar el esférico. Tras varias minutos de dudas y protestas de ambos conjuntos, el cántabro fue al monitor y anuló el gol que había dado.

Fue incapaz el Granada durante casi todo el primer tiempo de superar la presión del Elche. Extremos y laterales apenas aparecieron en ataque y sólo Luis Suárez movía algo el árbol cuando entraba en contacto con el esférico.

Los locales sí llegaban con claridad a las inmediaciones del área del Granada, aunque siempre acababan mal sus ataques, fueses más o menos claros, pese a ganar casi siempre las acciones aéreas en el área ajena.

Antes del descanso pidieron penalti los de casa por un leve contacto entre Maximiano, que salió tarde, y Carrillo, al que el meta tocó levemente la cara tras rematar de cabeza fuera. Esta vez no hubo revisión VAR ante el monumental mosqueo de los locales.

Cordero Vega pensó que firmar un récord era una buena manera de empezar un año. Y en el añadido de casi ocho minutos del primer acto sacó seis tarjetas amarillas y una roja, esta última al técnico local Francisco por doble amonestación, ya que había visto una con anterioridad.

Víctor Díaz casi marca ante Édgar Badía

La segunda mitad empezó como acabó la primera. Con mando del Elche y mano del árbitro al bolsillo. Esta vez no hubo protestas. Luis Suárez le robó la cartera a Diego González, obligado a agarrar al cafetero cuando ya cabalgaba sol camino de Édgar Badía. Era el minuto 47 y suponía que el Elche se quedaba con diez jugadores hasta el término del choque.

El Granada trató de aprovechar esta situación desde las posesiones largas, buscando desarbolar la casi siempre bien ordenada zaga local a través de la superioridad con acciones por la izquierda con Machís y Carlos Neva, y el desequilibrio entre líneas con un activísimo Luis Suárez.

El colombiano, Jorge Molina y Antonio Puertas probaron a Édgar Badía con tiros mejorables que no supusieron mucho esfuerzo para el meta ex rojiblanco.

Todos contra Édgar Badía

El partido no era de control total del Granada. El Elche trataba de sacar petróleo y más de una vez rozó el gol. Carrillo fue un incordio continúo hasta que le dieron las fuerzas, Mascarell casi sorprende desde lejos y Maximiano se vistió de héroe ante un enchufado Pere Milla, tras error grave de Gonalons en la entrega.

Las bajas no lastraron en demasía a Robert al montar el once, pero sí al tratar de reactivar al equipo. Sólo hizo tres cambios. Víctor Díaz, que la tuvo de cabeza en un remate en boca de gol fuera, reemplazó a Quini. Buscando la acometida final entraron Isma Ruiz y Alberto Soro.

Machís intentó la de siempre, pero esta vez remató mal. En el añadido tuvo la más clara Luis Suárez en una acción iniciada con un despeje de Torrente. La milagrosa pierna de Badía evitó el 0-1.

No es malo el 0-0. Analizado el choque sabe a muy poco y a gran ocasión desperdiciada. También a justo por los méritos de los contendientes. Que 2022 siga trayendo puntos.