Elche siempre está en la memoria de los rojiblancos. Una localidad que trae grandes recuerdos para el granadinismo y que volvió ser la del ‘regreso’ de ese equipo sólido, rocoso, casi imposible de generarle ocasiones y con pegada en ataque. No es que hubiera desaparecido esa versión, pero en las últimas fechas eran demasiadas las ocasiones que los rivales le generaban al Granada CF. Solventar esos problemas era una de las preocupaciones del técnico, que tras el triunfo ante los ilicitanos (0-1) puede dormir tranquilo. Las sensaciones fueron muy positivas y recuperar el espíritu de conjunto infranqueable era esencial.

Se esperaba un choque duro e intenso y no defraudó. Ambos equipos no especularon en exceso y buscaron en todo momento el arco rival, aunque fueron los nazaríes los que, gracias a una presión alta -esa que tantos réditos ha dado al recuperar en campo contrario- generaron más oportunidades sobre todo en el primer acto.

Presión

Diego Martínez tenía claro que apretando arriba a su rival les costaría mucho jugar con comodidad y así fue. Los rojiblancos se emplearon a fondo en la presión y recuperaron infinidad de balones en línea de tres cuartos, no siempre aprovechados pero el peligro estaba ahí.

Pronto se pudieron poner por delante en el marcador gracias a un impresionante remate de cabeza de Yangel Herrera, que volvió a ser ese centrocampista llegador que sorprende al contrario desde atrás. El venezolano golpeó con la testa y picado un espléndido centro desde la derecha de Luis Milla pero Édgar Badía, el ex del Granada B, salvó con los pies evitando el 0-1. Era el primer aviso. La respuesta llegó diez minutos más tarde en un saque de esquina que, tras varios intentos, finalizó Gonzalo Verdú pero se encontró con Rui Silva quien despejó a base de reflejos su intento.

Yangel Herrera trata de controlar el esférico ante la mirada de Pere Milla.

Las llegadas del Granada CF al área ilicitana se fueron acumulando, con Luis Suárez y Machís como protagonistas. Ante tanto agobio visitante, el Elche trató de sorprender a la contra pero el repliegue defensivo nazarí fue perfecto evitando pasar apuros. Poco a poco el duelo se fue equilibrando, aunque era el cuadro granadino el que buscaba con más ahínco el arco rival aunque, eso sí, con poco peligro. Las líneas tan juntas de los verdiblancos dificultaban circular con claridad por dentro, buscando a Milla y Yangel Herrera, de ahí que se buscara la banda, en especial la diestra, para hacer daño.

Otra vez Machís

Una vez mas fue Machís el hombre más incisivo y fruto de su empeño llegó el tanto que le dio el triunfo a los rojiblancos. El de Tucupita recibió en la diestra, eludió a Marcone que entró como un ‘torillo’ a ras de césped, y puso el cuero atrás para Luis Suárez, que remató en el primer palo batiendo a Badía. El cafetero suma tres goles en LaLiga Santander de manera consecutiva y comienza así a rentabilizar su fichaje, el más caro de la casi nonageneria entidad. Un palo a tres minutos del descanso que acusaron los de Jorge Almirón.

Machís volvió a ser el más peligroso de los rojiblancos y sus botas nació el tercer gol en Liga del colombiano Luis Suárez

Ello provocó que dieran un pase adelante tras el paso por los vestuarios, aprovechándolo el cuadro de Diego Martínez para tratar de asustar a la contra. Pero la solidez defensiva era suficiente para evitar sufrir en propia área. La tripleta del centro del campo formada por Gonalons, Yangel Herrera y Luis Milla fue el primer muro de contención y si, el algún momento era superado, los cuatro de atrás se bastaron achicando espacios y eso que Nehuén apenas había contado con minutos en Liga.

A la contra

Ante el empuje de los alicantinos era clave no renunciar al ataque como ha ocurrido en otras citas de la presente campaña. Salir a la contra para estirar el equipo y, de paso, evitar un mayor embotellamiento fue lo que hicieron los rojiblancos, con Machís causando estragos por la derecha y con Suárez y Neva, que cuajaron un gran partido, entendiéndose a la perfección por el perfil zurdo.

El Elche dio un paso hacia adelante en el segundo acto pero los nazaríes no renunciaron nunca a buscar el ataque

Sin embargo, pese a intentarlo por todos los medios, la telaraña visitante fue imposible de superar por los locales, que únicamente gozaron de una oportunidad en las botas de Lucas Boyé, a 20 minutos del final. Esa, y el remate en un saque de esquina de Gonzalo Verdú antes reseñado, fueron las únicas opciones de gol que concedió el Granada CF en todo el partido y eso dice mucho del excelente trabajo de todo el bloque.

Buena imagen

Un posible penalti por manos dentro del área a disparo de Soldado, que en función de la toma televisiva podría ser penalti o no; dos intentos de Luis Suárez que es un ‘toro’ y el chut típico de cada partido de Machís fueron las oportunidades más peligrosas de los de Diego Martínez. Y es que en el segundo acto supieron dormir el ritmo del choque e imponer el más conveniente para lograr tres puntos que saben a gloria. La victoria, sobre todo por la manera de conseguirla, debe otorgar esa confianza necesaria para afrontar el duro mes de diciembre que resta. La mejor noticia, sin duda, es que la versión rocosa ha regresado y con tres puntos en el zurrón...y ya van 18. Dos menos que el curso pasado a esta alturas de temporada.