Sólo un día después de cumplir 22 años, Fede San Emeterio fue titular, un día más, con el Granada CF. El centrocampista cántabro se ha convertido en un jugador imprescindible en la medular del equipo rojiblanco, como demuestra cada fin de semana y volvió a hacer en el Juegos Mediterráneos, donde formó en el centro del campo junto a Montoro.
La pegajosa presión de los almerienses en la salida de balón del Granada dejó varias veces a San Emeterio como el jugador más liberado a la hora de recibir y tocar, ya que los zagueros locales se cebaron en achuchar a Fede Vico y Montoro. Sin embargo, arriesgó poco en el pase y sus envíos fueron casi siempre en corto.
Como es habitual, el medio lució sin balón, en las ayudas defensivas. Fue el jugador que casi siempre socorrió a los cuatro de atrás y el que mejor contuvo las acometidas desde atrás de los centrocampistas locales.
Tuvo que andar con cuidado desde muy pronto ya que a los 17 minutos vio una tarjeta amarilla por tocar el balón con la mano el tirarse al suelo para tratar de despejar un disparo desde fuera del área de los almerienses.
Su peso en el encuentro creció con el paso de los minutos y en la segunda parte fue capaz de entrar más en juego en ataque, sobre todo cuando su pareja de baile en el centro del campo fue Azeez porque Montoro se tuvo que marchar lesionado.De hecho, se fue hacia arriba en un par de ocasiones en las que estuvo a punto de sorprender llegando desde atrás.
La amarilla que vio es la quinta de esta temporada, como le ocurre a Víctor Díaz, por lo que le tocará cumplir sanción en el partido del próximo fin de semana contra Las Palmas.
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