El Granada firmó en Girona su enésimo bochorno de la temporada. Menos mal que es el último. Los rojiblancos cerraron la liga perdiendo por 7-0 ante el flamante tercer clasificado del campeonato.

No había nada en juego, salvo el posible pichichi del goleador local Dovbik, y esto hizo que el Girona atacara tan bien como lo ha hecho toda la temporada ante un Granada que es un desastre en defensa.

Marcaron Tsygankov en dos ocasiones, Eric García, Dovbik tres veces, dos de ellas de penalti, y Stuani. El Granada jugó la última media hora con diez por una rigurosa expulsión de Pellistri. Debutaron con el primer equipo Brau y Pablo Sáenz.

El Granada demostró, un día más, que no tiene fútbol, sangre, orgullo ni amor propio. Acabará la temporada colista si el Almería se impone este sábado al Cádiz.

Sandoval, cuya salida del equipo ya está confirmada, apostó para el último partido del curso por su once más habitual en las últimas semanas con las únicas novedades de Ricard y Maouassa en las bandas y de Gonzalo Villar formando en la medular con Sergio Ruiz y Gumbau.

La apuesta le permitió al Granada firmar una primera media hora decente, pese a que no llegó a probar a Gazzaniga. Tan pocos son los méritos de este equipo que hasta parece positivo no recibir gol y ser capaz de plantar cara al rival.

Incluso osaron los rojiblancos a ser los primeros en pisar área rival con un chut desviado de Gumbau en la juagada inicial.

Al Girona le costaba trabaja llevar a cabo su juego de presión alta y posesiones largas, ahogado sobre todo en la medular. Eso, claro, sólo duró unos minutos.

Portu no llegó por poco ante un Marc Martínez que tuvo que intervenir frente a Yangel Herrera.  

Lucas Boyé participaba mucho en el juego, creando problemas al amonestado David López, y de una acción suya nació una llegada y un tiro de Maouassa que no encontró meta rival por poco.

Hubo dos intentos más del Girona, con poca puntería de Aleix García y del motivado Yangel Herrera, antes de que los locales decidieran que ya era hora de apretar el acelerador.

Lo hicieron y marcaron tres goles en catorce minutos, entre el 30 y el 44 del primer tiempo.

El primero en una jugada ensayada a balón parado, con centro de Tsygankov y remate de Eric García libre de marca.

El segundo al fallar Rubio tocando el balón atrás y montar una jugada rápida Portu, Miguel Gutiérrez y Tsygankov.

Pudo reducir diferencias el Granada en una buena jugada de Rodelas por la izquierda, pero el remate de primeras de Lucas Boyé no fue entre palos.

Antes del descanso, mano a mano de Portu ante Marc Martínez con penaltito por detrás de Ricard. De esos que en el área contraria no hubieran pitado. Y Dovbik ante un estático meta para hacer el 3-0.

La primera parte acabó con lesión de Gonzalo Villar, que se quedó en vestuarios en el descanso. Tampoco volvió al campo Rodelas, de lo poco salvable del primer tiempo con sus jugadas por la izquierda. Incomprensible.

Segundo tiempo

Entraron al campo Piatkowski y Callejón para colocarse el Granada con defensa de tres centrales y dos carrileros. Estaba claro que el objetivo era no recibir muchos más goles.

Volvió el Granada con brío de vestuarios, pero Gazzaniga le negó el gol a Lucas Boyé. A renglón seguido marcó Dovbik, pero estaba en fuera de juego por centímetros.

Tardó poco el Girona en tomar la manija del segundo tiempo, con sus ataques largos, con los continuos movimientos de sus jugadores, con su precioso juego de ataque, con su vendaval ofensivo.

Michel puso más madera en el campo con Savinho y Yan Couto, por si era poco su arsenal por banda. Y el primer balón que recibió el brasileño en profundidad acabó con asistencia a Tsygankov, el mejor sin duda del partido para el doblete del ucraniano en el 4-0.

La media hora final, como el partido entero, sobró. Dovbik tiró fuera, Gumbau quiso sorprender, sin éxito, a Gazzaniga de tacón y Sandoval hizo debutar a Brau, lateral del filial, con el primer equipo.

Muñiz Ruiz quiso hacerse el protagonista y en el minuto 63 expulsó a Pellistri por doble amarilla. Tenía una del primer tiempo por sacar los codos a pasear ante Portu y vio la segunda de forma muy rigurosa por agarrar a Pablo Torre en una acción sin peligro alguno.

Gazzaniga volvió a negarle el gol a Lucas Boyé, el mejor del Granada, y quien no perdonó fue Dovbik, con un precioso toque en el mano a mano ante Marc Martínez para el 5-0.

El sexto del Girona fue de Stuani tras ganarle la partida Dovbik a un blandísimo Piatkowski y el séptimo de Dovbik, para colocarse como máximo goleador de la liga, en un penalti por agarrón de Sergio Ruiz a Savinho. Y si hubiera hecho falta al Girona marca diez, los hubiera marcado