El Granada cerró su particular semana de Euroliga de baloncesto, como calificó Diego Martínez el hecho de tener que jugar tres partidos en sólo seis días, visitando al Alavés en un choque mucho más importantes para los locales, jugándose la permanencia, que para los visitantes, que afrontaron su último desplazamiento de la temporada, nada más y nada menos que el número 31, con la meta de sumar lo máximo posible para acabar lo más arriba posible en la tabla.

El preparador rojiblanco, como ya había avisado, metió cambios en su once respecto al de la anterior jornada contra el Real Madrid para buscar refresco y oxígeno.

En total, fueron cinco las caras nuevas: Aarón, Nehuén, Alberto Soro, Adrián Marín y Luis Suárez, que entraron por Rui Silva, Germán, Fede Vico, Machís y Antonio Puertas, todos de inicio en el banquillo.

También varió el Granada su forma de jugar en Mendizorroza, ya que se colocó en un 1-4-4-2 ya usado en otras ocasiones esta campaña, con Adrián Marín y Alberto Soro como extremos, por delante del doble pivote que formaron Yan Eteki y Gonalons, y por detrás de los atacantes, que fueron Luis Suárez y Jorge Molina.

El Alavés partió con su habitual 1-4-4-2 y con el juego directo como principal arma.

Goles y variaciones

Tras un aseado inicio de partido de los rojiblancos, muy pronto se vio con dos goles en contra. Apenas le duraba el balón a los nazaríes, que además concedieron demasiado atrás.

En el primer tanto se juntaron el espacio a la espalda de Foulquier, donde le sorprendieron con un desmarque de ruptura, el mal despeje de Aarón y que Pere Pons llegó al balón antes que Gonalons para cazar el despeje.

En el segundo, una irregular defensa del balón parado, con Lejeune ganándole en el salto al jugador galo, que en circunstancias normales seguro que no hubiera jugado.De hecho, antes del descanso se vio obligado Diego Martínez a sacarlo del campo al sentir molestias. El elegido para reemplazarlo fue Fede Vico, que se situó en el doble pivote junto a Yan Eteki.

El quinto y el sexto medio del Granada, sobre el papel, en el doble pivote por culpa de las lesiones, ahí es nada.

Cinco atrás

Pero no fue este el único cambio del primer tiempo. Tras el 2-0, cuando el choque apenas había llegado a la media hora, Diego vio tan regular las cosas que tocó su dibujo.

Colocó a los suyos en un 1-5-2-3, con Foulquier de tercer central, como ante el Sevilla, Quini en el carril diestro, Adrián Marín en el zurdo y Luis Suárez partiendo desde banda.

En una de sus primeras arrancadas desde la izquierda, el cafetero filtró un buen balón al desmarque de Jorge Molina para el 2-1.

Llegar con sólo un gol en contra fue casi lo mejor que le pasó al Granada al descanso.

Varios jugadores estaban haciendo aguas y Diego trató de darle más empaque a los suyos con la entrada de Antonio Puertas y Germán por Adrián Marín y Nehuén.

El equipo mantuvo su anterior dibujo, aunque Quini pasó a ocupar su tercera posición diferente al colocarse como carrilero por la zurda, donde ya se mantuvo el resto del choque.

Segundo tiempo

La posición de Antonio Puertas fue un arma de doble filo. Le permitió llegar bien arriba por sorpresa. De hecho, así se produjo el tanto del empate, en una acción iniciada con una pugna aérea ganada por Jorge Molina.

Sin embargo, ese costado derecho de la zaga, con el almeriense de carrilero y Foulquier de central, es por donde más atacó el Alavés y por ahí llegaron los dos últimos tantos de los locales. Diego agotó sus cinco sustituciones. En el tramo inicial del segundo acto entró Machís por Alberto Soro, mientras que en la recta final del choque fue Domingos Quina el que reemplazó a Yan Eteki.

El venezolano aportó desborde y profundidad. Acabó jugando el Granada con un doble pivote formado por Quina y Fede Vico.

Y en la última jornada ante el Getafe, aún con más bajas. Igual tienen que jugar Diego, Espínola, Lucena y el ‘Pescao’.