Granada CF-Alavés

Cuando los puntas te dan la razón

  • Diego apuesta de inicio por un inhabitual 1-4-4-2 y los dos delanteros se reencuentran con el gol, mientras que acaba el partido con un 1-4-1-4-1

Vadillo conduce el balón encimado por su par en el choque ante el Alavés

Vadillo conduce el balón encimado por su par en el choque ante el Alavés / Carlos Gil (Granada)

Sólo unos días pudo estar Diego Martínez con toda su plantilla disponible, a excepción del lesionado desde la pretemporada Neyder Lozano. La buena nueva dio paso, de nuevo, a las lesiones: Germán, Fede Vico y, tras el pasado partido ante el Athletic Club, también Montoro.

La ausencia del centrocampista, un jugador como los otros dos clave en este Granada CF, y la necesidad de crear más peligro tras varios encuentros seguidos con poca creación de ocasiones, llevó al preparador a variar tanto a algunos jugadores de ataque como su esquema para medirse al Alavés.

Parecía Azeez el mejor colocado para reemplazar a Montoro, pero optó Diego por la baza de Carlos Fernández para tener de inicio a dos delanteros en el campo.

Con Adrián Ramos recuperado para el banquillo, el técnico juntó al sevillano con Soldado. Así, prescindió de la fórmula de los tres centrocampistas, usada habitualmente desde que casi al inicio del campeonato se vio obligado a dejar de contar con Fede Vico.

Nuevo dibujo

Eligió Diego un 1-4-4-2 para colocar a los suyos en el campo. Los demás del once inicial, los habituales, con Quini de nuevo en el lateral zurdo, Martínez acompañando a Domingos Duarte en el centro de la zaga y Yangel Herrera formando el doble pivote con Gonalons.

Tras varios encuentros con una lucha denodada en la medular, el duelo ante el Alavés, tal y como se preveía con los onces y los dibujos de ambos, ya que los visitantes también formaron con un 1-4-4-2, tuvo mucho más juego en largo que en corto.

Los dos equipos buscaron con asiduidad a sus referencias atacantes y en la pugna por las segundas jugadas, tan importantes en este tipo de choques, los vascos salieron vencedores en más ocasiones en el primer tiempo.

Carlos y Vadillo, vaya dúo

Domingos Duarte se mostró menos contundente que en otros encuentros y Lucas Pérez le buscó bien las cosquillas en un par de ocasiones, en las que no marcó casi de milagro.

El Granada mejoró con el paso de los minutos y, sobre todo, tuvo mayor facilidad para encontrar huecos por lo que penetrar. Carlos Fernández buscó ayudar en la salida con continuos desmarques de apoyo y buen juego de espaldas, aunque la claridad aparecía, sobre todo, cuando Vadillo desequilibraba.

El gaditano, que estuvo casi todo el primer tiempo en la izquierda, cambió su posición con Antonio Puertas antes del intermedio. El Granada ajustó mejor su posición en el segundo tiempo, en el que la igualdad pero con mejores sensaciones y más llegadas del Alavés del primero dieron paso a un aluvión rojiblanco.

La citada movilidad de Carlos Fernández salió a relucir en la gran acción del 1-0 iniciada por él en la medular y luego finalizada por el atacante con un sensacional remate.

Profundidad por banda

La mayor profundidad de los laterales locales tras el descanso fue evidente, con Víctor Díaz y Carlos Neva, que firmó una gran actuación en su regreso al campo, con mucha llegada y el primero asistiendo a la perfección a Carlos Fernández en el 1-0.

A partir de ahí, con el Granada por delante en el marcador, lo habitual en estos casos. Una acción a balón parado que deriva en el 2-0, en este caso por una mano de Manu García tras un córner que provocó el penalti marcado por Soldado, la entrada de Yan Eteki para reforzar la medular y una buena gestión del tiempo y del balón para mantener la ventaja.

En este caso, con el extra de volver a dejar la portería a cero y de darse el gustazo de la goleada con el tanto de Yangel Herrera para cerrar el marcador.

1-4-1-4-1 para acabar

La entrada de Yan Eteki provocó un cambio de dibujo. Ante un Alavés en inferioridad númerica y con ventaja rojiblanca era clave fortalecer el medio. Se situó el camerunés de interior, como Yangel Herrera, en el 1-4-1-4-1 que ordenó Diego, dibujo que ya se mantuvo hasta el final.

Por si algún jugador más caía lesionado (Martínez andaba con molestias), aguantó el banquillo el último cambio, que fue Machís por Vadillo sin variar nada el plan.

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