Hay una ley no escrita que apunta que todo político que llega nuevo a un cargo tiene cien días como margen de confianza. Es un periodo de tiempo de tres meses y pico que se entiende como suficiente para que el pueblo evalúe si es capaz de estar a la altura o no del puesto que desempeña.

Si ese plazo se extrapolara al mundo del fútbol, algo que no ocurre porque la inmediatez y el resultadismo que siempre acompaña al deporte rey lo devora todo (si no tienen claro que sea así pregunten en el Getafe o en el Levante), el periodo de gracia de Robert Moreno concluiría este miércoles.

Hoy se cumplen justo cien días desde que el preparador catalán dirigió su primer entrenamiento como máximo responsable técnico del Granada CF. Es casi un tercio de año, pero ha pasado en un abrir y cerrar de ojos.

Se anunció su incorporación con anterioridad, y prácticamente desde que esto ocurrió en junio, Robert Moreno ya comenzó a trabajar para el Granada. Sin embargo fue el martes 6 de julio cuando completó su primer entrenamiento al frente del equipo.

Un día antes los jugadores ya habían estado en la ciudad deportiva del club completando los pertinentes reconocimientos médicos que suponían el pistoletazo de salida a la pretemporada, aunque es hoy miércoles cuando se alcanza justo el centenar de días desde el primer entrenamiento del plantel dirigido por el joven preparador.

Una larga pretemporada cargada de sesiones de trabajo, un buen inicio en Villarreal, una primera victoria que se escapa ante el Valencia, el ridículo de Vallecas, los puntos que se escapan ante Betis, Real Sociedad, Barcelona o Celta y la salvadora y liberadora victoria ante el Sevilla. Todo eso ha pasado en estos cien días.

El discurso

Y también decenas de entrenamientos en la ciudad deportiva, algunos en el Nuevo Los Cármenes, una concentración de Marbella... Y muchas ruedas de prensa, con un discurso que ha ido cambiando a la vez que los malos resultados viraban los ambiciosos objetivos del equipo hacia otros más realistas, y unas nuevas ideas básicas de juego que han dejado terreno a otras diferentes y más conocidas por estos lares con el transcurrir de las jornadas.

Robert no tendrá que esperar cuatro años, como los políticos, para conocer si sigue o no en el cargo. En su caso, el pueblo acude a las urnas en cada jornada.

Aunque hubo momentos en que parecía que no iba a ser así, ya lleva cien días dirigiendo entrenamientos en el Granada. Ya ha aguantado más que otros, incluso que algún político que ni siquiera llegó el centenar de días. Que sean muchos más. Será bueno para todos.