Huesca-Granada CF La crónica

El Huesca y el VAR le quitan dos puntos al Granada CF

Una acción del partido de este domingo en Huesca

Una acción del partido de este domingo en Huesca / Agencia LOF (Huesca)

El Granada CF cortó en Huesca su racha de encuentros ganados y de porterías a cero al empatar (1-1) en un partido trabado y duro en el que pudo sumar gracias al tanto de Carlos Neva para igualar el marcado antes por Joaquín, ambos al borde del descanso.

Ni sufrió en exceso atrás, y ahí estaba Raúl Fernández para salvar a los suyos cuando ocurría, ni tuvo muchas ocasiones el equipo rojiblanco, perjudicado de forma clara por los árbitros, el del campo y el del VAR, que le anularon un tanto a Weissman que había supuesto el 1-2 por un fuera de juego previo de Jorge Molina difícil de explicar.

El partido empezó con mucho ritmo y con los dos equipos dejando claro a lo que querían jugar: el local a defenderse con orden y tratar de aprovechar en ataque su velocidad y su buena estrategia, y el visitante a llevar el control del juego, madurar las acciones y esperar que cayeran las ocasiones.

Parecía que le iba a mejor al Granada en los compases iniciales en esta lucha de propuestas antagonistas, aunque pronto se percató de que no iba a ser tan sencillo como en casa o ante el Villarreal B en la anterior salida, de que no es fácil crear peligro en El Alcoraz.

Combinaba bien los rojiblancos en un campo rápido tras el riego, aunque era impreciso tanto a la hora de colgar balones como en el momento de mandar el esférico en largo hacia los dos puntos. Abusó el equipo de esta búsqueda al espacio de Uzuni y Weissman, dos jugadores mucho más cómodos con el desmarque de ruptura que con el de apoyo.

Tras reclamar los visitantes alguna amarilla para los de casa por el abuso a la hora de parar en falta a Melendo, muy enchufado al principio, Andrés Fernández salió rápido para evitar el cabezazo de Weissman tras un balón colgado por Bodiger.

Después lo intentó desde muy lejos Rubio para un Granada que empezó a sentirse incómodo con el paso de los minutos. Le costaba llegar con peligro y, poco a poco también, evitar las salidas rápidas del Huesca.

El choque tomó velocidad en el cuarto de hora previo al descanso, que inauguró Gerard Valentín desde su propio campo que finalizó con un centro-chut que no encontró ni portería ni compañero por centímetros.

Después llegó la mejor opción en el primer tiempo de un Granada que tuvo un escaso bagaje atacante. El gol anulado a Callejón por un fuero de juego previo de Weissman, que después asistió de tacón al motrileño. Era, aunque por poco, posición antirreglamentaria.

A renglón seguido, apareció por primera vez Raúl Fernández para sacar el chut de Obeng con un pie más de portero de balonmano que de fútbol.

Con lesión de por medio de Rubio, que fue reemplazado por Víctor Díaz, firmó el Huesca dos contras magistrales de esas que el Granada sabía que podía sufrir y que no fue capaz de evitar. Nacieron en un saque de esquina y un saque de banda, respectivamente, a favor de los rojiblancos. Inadmisible.

Weissman controla el balón ante un jugador del Huesca Weissman controla el balón ante un jugador del Huesca

Weissman controla el balón ante un jugador del Huesca / Agencia LOF (Huesca)

En la primera, en el minuto, 38, Raúl Fernández realizó un paradón monumental a Obeng. Una mano abajo de las que valen tanto como un gol a favor. En la segunda, en el 43, Joaquín firmó el 1-0 al rematar libre de marca el envío de un omnipresente Gerard Valentín.

Se había torcido cada vez más la primera parte y el tanto en contra al borde del descanso no hacía más que confirmarlo. Menos mal que empató pronto el equipo, justo antes del intermedio, gracias a los tres minutos de añadido dados por el colegiado.

Quini, muy incisivo en todo momento por la derecha, puso un centro al área, Andrés Fernández despejo con la mano a la frontal del área y Callejón combinó con un Carlos Neva que firmó las tablas con un tiro ajustado.

Volvió a salir bien el Granada en el segundo tiempo. De hecho, casi remonta a las primeras de cambio, pero el balón cruzado de Uzuni, tras varias carambolas, no encontró rematador en boca de gol.

La polémica y el VAR

El susto llegó a la hora de partido, cuando el colegiado Arcediano Monescillo, que tiene más nombre de árbitro que ningún árbitro del mundo, pitó penalti a favor del Huesca por una supuesta patada de Weissman a Gerard Valentín. Una visita al monitor, tras ser avisado desde la Sala VAR, sirvió para anular la pena máxima porque no había nada.

Empezaba a enrarecerse el choque, con parones, protestas y muy poco juego, cuando Paco López metió tres cambios del tirón, entrando en el minuto 66 Jorge Molina, Bryan y Meseguer por Callejón, Melendo y Bodiger.

Y lo primero que pasó a continuación es que Weissman marcó el 1-2, que anuló el colegiado tras nuevo aviso desde Las Rozas y consulta al monitor en una acción muy discutida y que va a dar mucho que hablar.

Arcediano entendió que debía señalar fuera de juego de Jorge Molina, pese a que Pulido había tocado el esférico tras el control de Weissman, que después batió de tiro cruzado a un Andrés Fernández que había fallado en el inicio de la acción.

Del no 1-2 casi se pasa al 2-1. Tras varios minutos de parón por la polémica, Raúl Fernández volvió a lucirse ante el tiro lejano de Juan Carlos y Hashimoto mandó fuera el rechace cuando lo más fácil era marcar.

Entre pitos y flautas, con escaso control de los equipos y mucho juego dislocado, entró el duelo en su tramo final. Bryan empezó a hacer diabluras por la derecha, pero ni Meseguer ni Weissman pudieron rematar sus envíos.

Agotó cambios en el minuto 89 Paco López con la reaparición de Antonio Puertas, que reemplazó a Weissman, pudiendo tener actividad el almeriense al dar el colegiado siete minutos de añadido.

La tuvo en el minuto 95 Bryan con una buena asistencia de Jorge Molina, dejando pasar el balón Uzuni, pero Andrés le negó el gol al canterano con una buena parada.

 

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