Granada CF

El falso mito de que jugar en Europa es perjudicial

  • Sólo el 8% de los equipos españoles que disputaron competición continental en el siglo XXI, como hará el Granada la próxima temporada por primera vez en su historia, descendieron a Segunda ese curso

Diego Martínez, feliz tras la clasificación europea

Diego Martínez, feliz tras la clasificación europea / Photographerssports (Granada)

La lucha por disputar competición europea por primera vez en su historia que ha mantenido el Granada CF en el tramo final, tras el coronavirus, de la presente temporada ha estado acompañado por parte de los agoreros, de esos que suelen ver el vaso medio vacío en lugar de medio lleno, con el pensamiento de que no interesaba lograrlo, que podía ser un ‘pan para hoy y hambre para mañana’, que mejor centrarse en la liga y dejar lo de Europa para otros clubes más poderosos.

El curso firmado por el Espanyol, que realizó un papel brillante en el ejercicio 2018-19 con Rubi alcanzando la Liga Europa pero que en la campaña recién finalizada se ha desplomado, prácticamente arrastrándose por la categoría y bajando a Segunda tras firmar un expediente paupérrimo en el campeonato doméstico y tampoco hacer nada del otro mundo en su transitar por el viejo continente, sirve como asidero para los más pesimistas, como ejemplo al que agarrarse y advertir de lo que le puede pasar al Granada.

Afortunadamente, y pese a lo presente por lo actual que se encuentra el episodio periquito, es casi una excepción. Los equipos que juegan en Europa, como hará el Granada en la temporada venidera por primera vez en su historia, no suelen bajar ese año, no hay relación causa-efecto entre afrontar una competición más, aparte de las obligatorias Liga y Copa, y perder vigor en el campeonato de la regularidad.

El estudio

Así lo plasma un completo estudio publicado por la página web profootballdb.com, que recoge que sólo nueve de los 110 equipos españoles que en el siglo XXI disputaron competición europea descendieron a Segunda esa misma campaña.

Es decir, que desde la temporada 1999/2000, apenas el ocho por ciento (la cifra exacta es el 8,18 por ciento) de los conjuntos nacionales que participaron en la Liga de Campeones o en la Liga Europa, competiciones conocidas hasta no hace mucho como la Copa de Europa y la Copa de la UEFA, perdieron la categoría y bajaron a Segunda.

Los equipos que sufrieron este paso de la gloria a los infiernos fueron el Atlético de Madrid, el Zaragoza, el Celta (éstos dos últimos en dos ocasiones cada uno), el Alavés, el Villarreal, el Betis y el citado Espanyol.

Siete de esos nueve descensos se registraron en escuadras que disputaban la segunda competición continental y sólo dos (Celta en el curso 2003-04 y Villarreal en el 2011-12) en conjuntos que jugaron la Champions.

Ligera bajada de puestos

Sí que es cierto, según revela el mismo estudio, que lo habitual es perder posiciones en la clasificación final de la liga la campaña que compites en Europa en relación a la temporada anterior, en la que te clasificas para ello.

De media, desde el ejercicio 1999-2000 hasta la actualidad, los clubes españoles que compiten en torneos continentales pierden 1,64 posiciones. Si se elimina de estas cuentas a los poderosos Real Madrid y el Barcelona, el promedio de posiciones perdidas de un año a otro es algo peor pero tampoco varía en exceso: 2,24 plazas.

Como bien suele recordar de vez en cuando Diego Martínez, la historia del Granada está por escribir y será el propio equipo quien lo haga. Los precedentes y las estadísticas suelen servir, en ocasiones, para poco en el mundo del balompié. En este caso sí que permiten afirmar que la leyenda de que Europa perjudica más que beneficia es falsa. Y el conjunto rojiblanco tiene por delante una ilusionante campaña para seguir haciendo historia y demostrarlo.

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