El Granada CF cerró su concentración de Marbella con una clara victoria por 3-0 ante el Linense, equipo de la recién creada Primera RFEF.

Los de Robert Moreno arreglaron tras el descanso una mala primera parte, en la que casi nunca supieron qué hacer con el balón y concedieron atrás.

Aparte del triunfo y de la reacción, lo mejor es que el equipo dejó por primera vez su meta a cero y, sobre todo, que suma efectivos para la causa.

Se estrenaron Bacca, que encima lo hizo con gol, Luis Abram y Montoro. Y, como todo el mundo sabe, con Montoro se vive mejor.

El técnico alineó de inicio a cinco defensas en un once formado por Aarón, Foulquier, Domingos Duarte, Germán Víctor Díaz, Carlos Neva, Luis Milla, Monchu, Antonio Puertas, Machís y Jorge Molina.

Sin embargo, no alteró el 1-4-1-4-1 usado siempre en esta pretemporada. Mantuvo la línea de cuatro atrás y el polivalente Víctor Díaz se colocó como pivote defensivo.

La primera parte fue como la del anterior choque ante el Alcorcón. Mucha posesión, pocas ideas, escasez de ocasiones y blandura atrás.

Aarón tuvo que realizar tres buenas paradas, dos a chuts lejanos a tiros de Ñito y de Dorrio, y otra fabulosa en un mano a mano ante Iván Martín tras dejar en el camino el atacante a Germán y Domingos Duarte.

Foulquier fue el jugador más buscado en ataque. El galo progresó bien por su banda derecha en varias ocasiones, pero sólo puso un buen centro.

Casi sin ocasiones

Fue en el añadido del primer tiempo y acabó con un espectacular remate de media chilena de Antonio Puertas en la única clara ocasión rojiblanca del primer tiempo. No acabó en gol porque Kania hizo un paradón y Monchu mandó el rechace fuera.

Antonio Puertas, primero en la derecha, después en la izquierda y luego yéndose mucho al centro, fue el mejor del partido en un Granada que en el primer tiempo se mostró sin chispa, plano y con algunos jugadores desconectados, sobre todo un Machís errático y descentrado.

Con todo, el venezolano puso a prueba a Kania en el minuto 37. El balón acabó dentro al cazar Jorge Molina el rechace y marcar, pero a juicio del árbitro asistente estaba en fuera de juego.

El Granada leyó mejor el partido tras el descanso, ya con Isma Ruiz y Luis Suárez en el campo en lugar de Víctor Díaz y Machís.

Antonio Puertas apareció casi por todos lados y de sus botas nació el 1-0, marcado por Foulquier con un notable derechazo.

Foulquier centra ante un jugador del Linense

Antes, Luis Suárez y Jorge Molina ya habían puesto a prueba a Nacho, meta del Linense en el segundo acto.

El fuelle de los gaditanos bajó y el Granada tocó el balón de forma más fluida y, lo que es más importante, encontrando la ansiada profundidad.

De menos a más

Además, en pleno carrusel de cambios, el equipo siguió mejorando con la entrada de nuevos jugadores desde el banco.

En el transcurso del segundo tiempo tuvieron minutos Bacca, Montoro, Quini, Luis Abram, Alberto Soro y Pepe.

Disputaron todo el partido Aarón, Domingos y Monchu, mientras que se quedaron sin actuar, aparte de los canteranos no citados, Antoñín, Azeez, Adrián Marín, Gonalons y Yan Eteki. Los dos últimos, incluso, estuvieron vestidos de calle pese a estar incluidos en la hoja de alineaciones.

Quini, que actuó como lateral zurdo, creó el 2-0 al ganar bien la línea de fondo y poner un centro al corazón del área rival que acabó con Loren metiendo el balón en su propia meta.

Tan importante como los tres goles fue que el Granada no concedió nada al rival en el segundo tiempo, en el que Aarón fue un espectador.

Montoro deleitó al respetable con varios pases en largo marca de la casa, Luis Abram ya sabe lo que es jugar con sus nuevos compañeros, que es mucho al llevar sólo 48 horas en el equipo.

Y Bacca ya es uno más e hizo lo que mejor sabe hacer: marcar. Buen desmarque de ruptura del cafetero y remate al palo del portero pese a tener poco ángulo cuando todos esperaban el centro. Ojala sea el primero de muchos.