Oviedo-Granada CF La crónica

El guion conocido también en la Copa: derrota del Granada en Oviedo (1-0) y eliminación

Los jugadores del Granada CF, tras el gol recibido en Oviedo

Los jugadores del Granada CF, tras el gol recibido en Oviedo / Agencia LOF (Oviedo)

El Granada CF quedó apeado en la Copa del Rey al perder este jueves por 1-0 en el campo del Oviedo, que hizo bueno el factor campo en una eliminatoria a partido único.

Y es que el factor campo con este Granada es mucho factor. En la liga y también en la Copa, en la que los rojiblancos repitieron los males de la competición doméstica a domicilio.

Marcó pronto el Oviedo, pero no firmaron una mala actuación los de Paco López, que tuvieron ocasiones de sobra para, al menos, empatar que estrellaron contra Tomeu Nadal. Acabó con diez el Granada por la expulsión al final de Rubio.

Jugaron de inicio muchos suplentes habituales en liga y acabaron los rojiblancos con muchos titulares habituales. Da igual. El guion es el mismo. Fuera de casa no hay manera, da igual la competición. Ni gol ni triunfos. 1-0 y para casa, otra vez, con el rabo entre las piernas.

El Granada de la Copa funcionó en la primera parte peor que el de la liga, aunque su problema en el inicio del partido fue el mismo de casi siempre: recibir un gol en un despiste.

Esta vez fue Bodiger, que firmó una pobre actuación en su retorno al once tras varias semanas de baja por lesión, quien se durmió. Perdió la marca de Luengo en un saque de esquina, con el zaguero ovetense pugnando al borde de la falta más y mejor que el rojiblanco, y llegó al 1-0.

Tanto en contra a balón parado. Otro de los males arrastrados desde la etapa de Aitor Karanka que el actual entrenador tampoco ha sido capaz de corregir. El Granada sigue siendo intrascendente en la estrategia favor y castigado en la que tiene en contra.

Apenas hubo reacción al gol del Oviedo, al que se le puso el partido como más le gusta a su entrenador, con el marcador a favor para regalar el balón al contrario y así defender y poder correr.

Y eso pasó. Se quedó el esférico el Granada, que en el primer cuarto de hora solo fue capaz de asomar en campo contrario con una internada de Jonathan Silva que acabó en córner y con dos apariciones de Bryan Zaragoza que se lanzó el balón demasiado largo en ambas.

Las líneas del Granada estaban demasiado separadas y nadie aparecía para poder trenzar jugadas. Jorge Molina era el único capaz de generar, pero Alberto Soro no es el más adecuado, por sus condiciones, para aprovechar los espacios que abre el alcoyano.

Alberto Perea y Soro, en una acción del partido Alberto Perea y Soro, en una acción del partido

Alberto Perea y Soro, en una acción del partido / Agencia LOF (Oviedo)

Empezó a asomar Alberto Perea y se disiparon algo los nubarrones. Quini lo intentó desde lejos con poca puntería. A la media hora pudo llegar el empate. Alberto Soro alumbró la acción entre líneas, que es donde hace daño, y metió un balón preciso a Bryan, que remató casi al suelo para que el balón fuese manso a las manos de Tomeu Nadal.

Al canterano, pese a mostrarse siempre eléctrico y dar sensación continua de peligro, no le salió casi nada en el primer tiempo, dando la razón a aquellos que lo ven como revulsivo más que de titular.

Ajustó en la medular el Oviedo, que volvió a asfixiar la salida de balón rojiblanca y empezó a mostrarse a la contra. Tras un par de buenas salidas perdonó Viti el 2-0 en los albores del descanso al marrar el mano a mano ante Adri López tras una gran jugada individual que había comenzado con una imperdonable pérdida de Alberto Perea.

Mejor en el segundo tiempo

Como era de esperar movió ficha Paco López en el intermedio. Entraron Callejón y Rochina, que estuvo a muy buen nivel, por Alberto Perea y Bodiger, por lo que se metió más al centro el valenciano para acompañar a Petrovic.

Pudo empatar el Granada al poco de reanudarse el partido, pero lo evitó Tomeu Nadal con una buena mano ante el tiro a bocajarro de Alberto Soro.

Rochina y Callejón mejoraron el juego combinativo del Granada, que estuvo muchos más minutos en el campo local en el segundo tiempo. Una muy buena acción colectiva acabó con un remate de primeras del motrileño que no fue gol porque lo evitó, otra vez, Tomeu Nadal con una parada con el pie tan poco estética como efectiva.

El meta se puso definitivamente la capa de héroe de los suyos en el minuto 66 al evitar el tanto de Jorge Molina en un córner visitante con una mano imposible.

Pasaban los minutos y volvía a controlar la situación el Oviedo, por lo que envidó del todo Paco López con la entrada al campo de Uzuni por Bryan y también reapareció, meses después, Sergio Ruiz. Poco después entró Ricard por Jonathan Silva. Cervera, mientras, apuntalaba su muro con más jugadores de contención.

El partido, y la eliminatoria, se le fue del todo al Granada en el minuto 85 al ser expulsado Rubio por agarrar a Obeng para evitar una contra local. En el inicio de la jugada pudo haber falta sobre Jorge Molina que no vio Hernández Maeso, uno de los mejores árbitros de la categoría.

Con todo, tuvo el empate en el tiempo añadido Víctor Díaz con una volea desde dentro del área en franca posición para marcar que mandó fuera.

 

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