El Granada CF ganó en la pasada pretemporada todos los partidos que jugó y en la actual no lo ha conseguido en ninguno, con dos derrotas y un empate. Y con la diferencia de que ahora ha celebrado menos de la mitad que hace un año por las circunstancias por todos conocidas.

Ni entonces todo era maravilloso, ni ahora todo es un desastre. De hecho, como todo el mundo sabe, la pretemporada sirve para prepararse y corregir los errores. Siempre gusta vencer, mas si hay que perder, que sea ahora.

Tras caer ante el Valladolid por 3-0 e igualar ante el Málaga sin goles, los rojiblancos consiguieron estrenar este sábado en Marbella ante el Betis su casillero de goles, aunque cedieron por culpa de su fragilidad defensiva, ya que volvieron a encajar tres tantos y, además, concedieron demasiadas ocasiones al rival.

Cuando recibes goles no siempre es culpa del portero o de la zaga. De hecho, ante un rodado conjunto verdiblanco lo peor que hizo el Granada fue perder demasiados balones en la medular, quizás ahí estuvo la clave tanto de la debilidad atrás como de la derrota, pese a que Diego reforzó esa zona de inicio, y tiene pinta de que lo va a hacer en muchos encuentros de este curso, con tres medios.

Luis Milla, Montoro y Yangel Herrera actuaron de inicio en un once que se puede parecer al de los primeros encuentros oficiales, aunque faltaron los portugueses Rui Silva y Domingos que están con su selección, y tanto Machís como Gonalons andan cogiendo la forma tras empezar más tarde la pretemporada.

Así fue el partido

El primer cuarto del choque fue bastante igualado, con el Betis buscando un juego más elaborado a partir del talento de Sergio Canales y el Granada más agarrado al envío directo y al balón parado, y demasiado errático ante la presión verdiblanca en las combinaciones cortas.

Tuvo Luis Milla una clara ocasión para marcar por primera vez como rojiblanco tras centro de Soldado y dejada de Vallejo, pero disparó flojo ante Claudio Bravo.

El Betis fue imponiendo su superioridad con el paso de los minutos y contó con hasta tres buenas ocasiones antes del descanso, pero Aitor Ruibal no encontró meta y tanto Borja Iglesias como Canales se toparon con Aarón.

En el inicio del segundo tiempo volvió la igualdad y llegaron los goles. El primero de Borja Iglesias, con un ajustado remate desde fuera del área al que no pudo llegar Aarón, y el del empate, de Ángel Montoro en el primer palo tras un medido centro de Víctor Díaz.

La acción había comenzado en la izquierda, que fue por donde el Granada creó más peligro a lo largo del choque, primero con Carlos Neva y Antonio Puertas, y después con Quini, que por si había dudas jugó como lateral zurdo, y con Machís.

La segunda mitad del Granada fue mejor que la primera. Los cambios le sentaron mejor que al Betis.

De hecho, en el cómputo general del segundo acto fue mejor y dominó más el cuadro de Diego Martínez, pese a que las mejores ocasiones volvieron a ser verdiblancas, sobre todo en un tiro de Cristian Tello a un palo.

Goles postreros

Cuando más pisaba el Granada campo contrario, un envió larguísimo pilló a la zaga rojiblanca saliendo, Canales lo bajó de maravilla y le dio el 1-2 a Bartra.

Pudo haber fuera de juego, pero el árbitro tiró más para Sevilla que para Granada en casi todas sus decisiones. De hecho, después no quiso saber nada en un posible penalti sobre Alberto Soro, que disputó sus primeros minutos como nazarí.

Con el Granada volcado, Juanmi marcó el 1-3 y sentenció el choque, haciendo inútil el gran gol de Antoñín tras rechace de Joel a disparo lejano de Machís.