El Valencia hurga en la herida del Granada CF (3-1)

Valencia-Granada CF

El equipo rojiblanco sigue en caída libre y echa por tierra una aceptable primera parte, con varias ocasiones desperdiciadas, al recibir tres goles a balón parado al inicio del segundo tiempo

Montoro remata de cabeza ante Foulquier en una acción del choque
Montoro remata de cabeza ante Foulquier en una acción del choque / Pepe Villoslada / Granada Cf
Redacción

05 de marzo 2022 - 17:29

El Granada CF va cuesta abajo y sin frenos. Camino del precipicio sin que haya, por ahora, nada ni nadie que lo impide. Este sábado perdió por 3-1 en Valencia para sumar nueve jornadas sin ganar y seis derrotas en los siete últimos partidos.

Aún no ha caído a los puestos de descenso, lo que parece un milagro con estos números, porque hay tres equipos peores. Se acuesta este sábado todavía con tres unidades de renta sobre los tres últimos, que se reducirán a uno si este domingo gana el Cádiz.

El cuadro dirigido por Robert Moreno no hizo un mal partido en Mestalla. Mejoró sus prestaciones respecto a pasados choques, pero en las áreas es un desastre. No marca cuando puede, que en Valencia como ante el Real Madrid o la Real Sociedad fue cuando el duelo iba 0-0, en una primera parte más que digna; y después concede muchísimo atrás.

Da igual quién juegue y cómo juegue el Granada. Lo del Cádiz fue una raya en el agua. Le hacen gol con suma facilidad. El Valencia, con dos faltas y un penalti, le marcó tras tantos casi seguidos al inicio del segundo tiempo. Y adiós muy buenas.

El arranque de partido fue bastante loco, y ambos equipos pudieron marcar en ese ajetreado comienzo.

Lo rozó Carlos Soler con una falta directa que se marchó fuera por centímetros y también el Granada con dos claras ocasiones seguidas en las que no aprovechó del todo el desconcierto local por la lesión de Lato.

En la primera el centro-chut de Luis Suárez acabó en córner, mientras que en la segunda no encontró portería el acrobático remate de Uzuni.

El 1-4-1-4-1 recuperado por Robert Moreno funcionaba mejor que los dibujos de pasadas jornadas. Pese a la desesperación que producía cada fallo absurdo del Granada en el pase, daba la sensación de que podía pasar algo interesante cuando entraban en juego Montoro o Luis Milla, interiores por delante de Petrovic, aunque con libertar para recibir y aparecer casi por cualquier parte.

El madrileño, llegando desde atrás, mandó al limbo un envío desde la derecha de Antonio Puertas que había tocado en un rival. Apenas se había jugado un cuarto de hora de partido y el Granada ya había tenido tres claras, sobre todo esta última.

El Valencia vivía de las apariciones de Guedes y de las pérdidas de balón visitantes. Un par de ellas de Petrovic y de Víctor Díaz pudieron costar caro.

Pese a unos minutos de claro dominio che, acabó bien el Granada el primer tiempo comandado por Montoro. El medio valenciano puso un balón de dulce que no remató nadie y despues lo intentó con un remate en plancha que se marchó fuera.

Pisó el Granada mucho el área local. Luis Milla culminó con un mal taconazo cuando estaba en franca posición, Pizarro Gómez se olvidó de pitar una falta clara a Petrovic cuando el serbio se metía en zona peligrosa y Jaume sacó el remate de Uzuni, que no estaba en fuera de juego pese al banderín arriba del asistente.

Los 'Maxis' aparecieron justo antes del descanso. El valencianista Maxi Gómez para rematar en plancha y el meta luso para atrapar el esférico sin apuros.

El desastre

El loco inicio se repitió en el segundo tiempo, pero esta vez con goles, hasta cuatro en un cuarto de hora. El Valencia se colocó 2-0 en un abrir y cerrar de ojos, con dos remates de cabeza tras sendas faltas botadas por Carlos Soler.

En el minuto 48 marcó Guedes tras tirar un desmarque que vio toda España menos la zaga rojiblanca, y en el 51 lo hizo Maxi Gómez libre de marca.

Afortunadamente, un jugadón de Uzuni por la izquierda acabó con un incompresible autogol de Jaume (56').

Pero como la alegría dura poco, o nada, en la casa del pobre, en el minuto 62 llegó el 3-1, marcado por Carlos Soler de penalti, en una doble jugada polémica.

Primero porque si no hay fuera de juego de Maxi Gómez es por milímetros y, además, porque es dudosa la pugna entre el uruguayo y Torrente que da lugar a la pena máxima.

Robert Moreno trató de arreglar el desaguisado dando entrada a Machís y a Jorge Molina por Antonio Puertas y Montoro.

Ya estaba el partido echado. Alguna ocasión en cada área, pero ninguna clara, y la fe nazarí por los suelos, sabiendo que el duelo era irremontable.

Luego entraron, ya en el último cuarto de hora, Matías Arezo, Rochina y Quini. Daba igual. El 3-1 pesaba como una losa, como las nueve jornadas sin ganar.

El fin de semana que viene otra final en casa ante el Elche. Los dirigentes decidirán en los próximos días si con Robert Moreno en el banquillo o no. La situación, pocos lo dudan, es insostenible.

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