Granada CF | Valladolid La Pizarra

Víctima de los daños colaterales

  • Un Granada poco reconocible tras las complicadas últimas semanas vividas cae fruto de sus propios errores en un choque que inicia con su habitual 1-4-1-4-1 y que acaba con un 1-4-4-2 

Germán, desolado, mientras los jugadores del Valladolid celebran un gol

Germán, desolado, mientras los jugadores del Valladolid celebran un gol / Photographerssports (Granada)

El Granada CF jugó un partido de verdad ante el Real Valladolid tras lo vivido hace dos semanas frente a la Real Sociedad.

LaLiga no desniveló esta vez la balanza con su inflexibilidad y parcialidad, lo que permitió a Diego Martínez formar con la alineación que quiso, teniendo en cuenta las bajas arrastradas en las últimas semanas y la de Kenedy, lesionado preciosamente por jugar en el Reale Arena sin estar apto para ello.

Como era de esperar, apenas repitieron jugadores respecto al anterior choque en el once inicial. Fueron sólo dos: Machís pese a haber regresado el jueves de disputar dos partidos con Venezuela, y Jorge Molina como referencia ofensivo.Regresó Diego Martínez, que pudo dirigir al equipo por fin desde la banda tras dos encuentros sin hacerlo por culpa del coronavirus, al habitual este temporada de inicio 1-4-1-4-1, con Fede Vico como gran novedad en un once inicial al que regresaron Foulquier tras estar lesionado, Gonalons después de cumplir un partido de sanción y siete futbolistas más tras cumplir el incomprensible confinamiento al que les mandó LaLiga.

Domingos y Germán formaron la pareja de centrales con Vallejo en el banco tras superar el Covid-19. El otro futbolista recién salido de la enfermedad, Antonio Puertas, ni siquiera pudo estar en el banquillo.

Conocidos en el rival

El Valladolid salió de inicio con su 1-4-4-2 clásico en el que entró el brasileño Marcos André tras recuperarse al final pese a que parecía no iba a poder estar en el choque.

Fue el acompañante arriba de Sergi Guardiola, uno de los tres ex rojiblancos que formaron de inicio con los pucelanos. los otros fueron Orellana, que en su última visita al Nuevo Los Cármenes había hecho mucho daño con el Eibar, y Fede San Emeterio, pieza fundamental hace dos campañas para el regreso del Granada a Primera. extremos para adentro

Con la presencia de Fede Vico, al principio partiendo desde la derecha, buscaba Diego combinaciones por dentro y que el cordobés pudiera asociarse con Luis Milla y Montoro.

También dejar el carril diestro para las subidas de Foulquier, que como Carlos Neva por la derecha se prodigaron bastante en ataque.

Sin embargo, al galo le ganaron la espalda con relativa frecuencia, Sergi Guardiola cayó bastante a esa banda y por ahí llegó la mayor parte del peligro de los visitantes.

Machís y Fede Vico cambiaron sus ubicaciones en el segundo tramo del primer tiempo, pero tampoco en sus nuevas posiciones pudieron meter miedo a la bien ordenada zaga pucelana.

Peligro a alón parado

El principal peligro del Granada durante casi todo el choque llegó en las acciones de estrategia.

Germán pudo marcar poco antes del 0-1 y después Domingos hizo en una jugada a balón parado el 1-2.

Sin embargo, el problema de los rojiblancos ante el Valladolid no estuvo en ataque sino en los inhabituales errores que cometió el equipo sin balón y en la más que impropia blandura mostrada.Preparaba Diego tres cambios con el 0-1 y los tuvo que hacer con el 0-2, ya que la diana que prácticamente cerró el choque llegó justo antes de que Yangel Herrera, Soldado y Luis Suárez entraran por Gonalons, Jorge Molina y Fede Vico.

No cambió el Granada nada su dibujo mantuvo el 1-4-1-4-1, aunque con Luis Milla como pivote por delante de los centrales y Luis Suárez partiendo desde el extremo zurdo.

Con los tres nuevos futbolistas el equipo jugó más en el campo rival y tuvo mayor presencia en el área de un siempre seguro Masip.

Con dos puntas natos

Las bajas de Kenedy y de Antonio Puertas provocaron que a Diego sólo le quedara Alberto Soro como jugador ofensivo en el banquillo.

Entró por un fatigado Montoro y a falta de diez minutos para el final ya sí que cambió el Granada a un 1-4-4-2 que mantuvo hasta el final. Yangel Herrera pasó al doble pivote junto a Luis Milla, que fue el que siempre bajó a iniciar el juego y el que falló el 1-3 al perder el balón donde no se puede perder.

Alberto Soro se colocó en la derecha, pasando Machís ya hasta el final a la banda zurda, pero metiéndose mucho para el centro.

No obstante, el principal recurso ofensivo de los rojiblancos fue buscar balones hacia Luis Suárez y Soldado, que formaron el dúo ofensivo.

Omonia, punto de inflexión

Hace sólo unas semanas el triunfo ante el Omonia supuso un punto de inflexión porque a partir de ahí vino la “pesadilla” vivida, tal y como lo definió Diego.

El jueves vuelve a cruzarse el Omonia en el camino. Otra victoria ante los chipriotas puede y debe ser el punto de inflexión para volver a la normalidad en todo.

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