Granada CF-Nápoles | La pizarra

La medular del Granada CF se exhibe en Europa

  • Partido casi perfecto del conjunto rojiblanco, que somete al Nápoles gracias al trío de mediocentros

Kenedy volvió a demostrar que atraviesa un gran momento de forma.

Kenedy volvió a demostrar que atraviesa un gran momento de forma. / Antonio L. Juárez / Photographerssports (Granada)

Por fin, tras varias semanas de obligadas transformaciones en el esquema habitual de Diego Martínez, el Granada CF pudo volver al ansiado 1-4-1-4-1 que tantas alegrías ha brindado al cuadro nazarí.

El Granada volvió a su sistema más habitual El Granada volvió a su sistema más habitual

El Granada volvió a su sistema más habitual

Los regresos de Yangel Herrera y Gonalons, junto a Montoro, permitieron al técnico vigués volver al dibujo con el que más cómodo se siente. Germán, tocado, se quedó en el banquillo mientras que Soldado y Luis Suárez no entraron en la histórica convocatoria por lesión. Vallejo y Jorge Molina fueron los reemplazos de sendas ausencias.

Napoli

El Nápoles, que también llegó en cuadro por las múltiples lesiones en la zaga –Koulibaly, Manolas y Ghoulam no pudieron estar– no varió su plan usual. Gattuso ordenó una rápida salida desde atrás tras recuperar la pelota y basó su plan de juego en posesiones individuales de no más de uno o dos toques que permitieran llegar con celeridad a zonas altas de ataque.

Dinamismo táctico

Como casi siempre, el destino de los partidos se labra en la divisoria de los dos campos. El Granada CF logró, bajo la excelsa tutela de Gonalons, Yangel Herrera y Montoro, dirigir con acierto el choque en la primera mitad.

Germán, atento en labores defensivas. Germán, atento en labores defensivas.

Germán, atento en labores defensivas. / Antonio L. Juárez / Photographerssports (Granada)

El valenciano, que se colocaba a la altura de Gonalons a la hora de buscar una salida limpia desde atrás, se movió por todo el campo gracias a su inteligencia táctica, que le permitió desplazarse con cierta libertad por la medular y provocar incertidumbre en las filas napolitanas. Los raudos saltos a banda en las ayudas a los laterales por parte de los mediocentros, otra de las claves del éxito rojiblanco en el primer tiempo.

Finalización

Los pupilos de Diego Martínez, entonados y con el plan de partido sabido ‘a pies juntillas’, cerró con tino los carriles centrales por los que intentaba percutir el Nápoles. El obligar a los visitantes a jugar con los laterales provocó múltiples pérdidas en los italianos que derivaron en ataques nazaríes.

El Granada sacó provecho de una de sus jugadas más prolíficas: los centros laterales a pierna cambiada. Kenedy puso un centro ‘con lacito’ al segundo palo y Yangel Herrera, poderoso en ese ámbito, mandó a la red el 1-0. Una de las clásicas acciones de pizarra de Martínez y su cuerpo técnico.

El segundo tanto, que llegó poco después, fue pura vertiginosidad. Una recuperación por zonas centrales dimanó en un zafarrancho ofensivo que Kenedy hizo bueno con el 2-0 en poco más de veinte minutos.

Con calma

El cuadro de Gattuso, con 2-0 en el marcador, tuvo que dar un forzoso paso adelante. En primera instancia, el Granada hundió sus líneas cuando el Nápoles tenía la posesión en ‘tres cuartos’ de campo y salía de su área cuando los rivales retrasaban la posición del esférico.

Con el paso de los minutos los rojiblancos fueron sintiéndose cada vez más cómodos en el choque, lo que desencadenó en una defensa con balón. Los de Diego Martínez bajaron las pulsaciones del partido gracias al delicado trato de la pelota por parte de Gonalons, imperial, y Montoro, que la escondieron de las fauces napolitanas y asentaron al Granada en el duelo.

Puertas y Soro entraron por los vertiginosos Machís y Kenedy y ofrecieron al equipo lo que necesitaba. El ‘diez’ mediante el juego de espaldas y el mediapunta con quietud y movilidad.

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