El Granada es un equipo ridículo y lo demuestra casi todas las jornadas. Este domingo le tocó pasear su mediocridad por el Estadio La Cerámica, donde fue porcelana fina en cuanto a fragilidad defensiva se refiere.

Perdió por 5-1 ante el Villarreal, que decidió el partido en una primera parte en la que marcó casi cada vez que llegó a las inmediaciones de Batalla. Es difícil defender peor que como lo hicieron los rojiblancos.

Si el equipo tuviera sangre diríamos que se desangra jornada a jornada, pero ni eso. Es un meme, un zombi, un muerto viviente que va en un cacharro loco camino de Segunda cuesta abajo y sin frenos. Si durante muchas semanas las opciones de permanencia pasaban por un milagro futbolístico, la salvación ya no se consigue ni yendo en peregrinación a Lourdes.

La primera parte fue un esperpento defensivo, la segunda un horror en todos los sentidos que sirvió para que el Granada manifestara su impotencia y el Villarreal anotara dos goles más.

Hongla, pese a sufrir un problema en el calentamiento en un tobillo, pudo jugar de inicio y lo hizo incrustado en el centro de la zaga como tercer central, con el mismo dibujo usado por el Granada ante el Barcelona. Jugar con cinco atrás no evitó en sonrojo auténtico sin balón.

Y eso que el partido empezó de forma esperanzadora, con un buen ataque nada más sacar de centro y un tiro de Uzuni fuera a los 25 segundos. Eso duró la superioridad del Granada, medio minuto.

Como tantas veces ha pasado esta campaña, recibió gol el Granada en la primera llegada del Villarreal. Esta vez en el minuto 7. Traoré, que fue una pesadilla toda la tarde para Carlos Neva, profundizó por la derecha, el chut de primeras de Gerard Moreno se fue al larguero y Sorloth fusiló en el rechace a Batalla. Lo gracioso, o no tanto, del meta, es que todos los amarillos estaban solos a la hora de actuar. Incomprensible.

Después del 1-0 llegó la única ocasión del Granada en el primer tiempo. Firmaron la jugada Carlos Neva y Uzuni y la finalizó Lucas Boyé con un derechazo que no encontró portería por poco.

Y en el 19 el 2-0 en una acción similar al tanto anterior. Traoré siguió campando a sus anchas por la derecha, con Parejo entrando sólo para centrar en la diagonal y Sorloth rematando libre de marca en el segundo palo. Los rojiblancos defendieron con la mirada a todos.

Sin que pasara nada destacado hasta entonces, Batalla evitó el 3-0 en el minuto 32, en otra gran jugada de Traoré. Sin embargo, en el saque de esquina posterior botado por Parejo si que marcó Capoue, que no tuvo ni que desmarcarse no que saltar para superar en la pugna en el primer palo a Hongla y Gonzalo Villar. Es imposible defender peor.

El Granada tuvo durante muchos tramos la pelota, moviéndola con tanta paciencia como lentitud, sin ser capaz de inquietar a un Villarreal que pocas veces tendrá un partido más cómodo.

Lo único que pasó hasta el descanso fue un chut lejano de Sergio Ruiz muy desviado.

Segundo tiempo

Como la primera parte fue tan buena no hizo cambios en el descanso Alexander Medina. Y pasó lo mismo, que el Villarreal marcó, el cuarto ya, la primera vez que llegó. Fue en el minuto 47 en una jugada de Álex Baena culminada de primeras por Guedes.

El primer tiro del Granada entre los tres palos fue un cabezazo de Lucas Boyé a las manos de Reina. Llegó en pleno sopor, ya que la segunda parte fue un pelmazo entre un Villarreal que no quería apretar más el acelerador pensando en su duelo europeo del jueves y un Granada que no podía.

Con todo, le dio al Villarreal para marcar el quinto, de nuevo un saque de esquina. Esta vez quien remató fue Sorloth, que firmó un triplete, también libre de marca pero en el segundo palo. La palabra desastre se queda corta para definir a la zaga rojiblanca.

Con Bruno Méndez y Corbeanu ya en el campo, Batalla evitó el 6-0, primero en la falta directa de Parejo y después en la contra de Guedes.

Hubo tiempo para que Alberto Moreno cometiera un penalti por tocar el balón con la mano en el área, pero como era a favor del Granada ni la vio el árbitro ni le avisaron desde el VAR.

Jugaron Melendo, Antonio Puertas y Jozwiak unos últimos minutos que sirvieron para que el Granada aumentara su pobre caudal ofensivo con un chut en falta directa que Corbeanu que sacó bien Reina y para que el canadiense marcara el tanto rojiblanco del honor en la última acción del choque tras asistencia de Sergio Ruiz.

El Granada está a diez puntos de la permanencia tras su enésimo traspié de la temporada. Pensar en opciones de salvarse es una utopía con actuaciones como la de Villarreal.