Si bien el Granada nunca ha jugado en Hungría, este país europeo ha estado muy presente en sus 90 años de historia que está a punto de conmemorarse en apenas una semanas. Echando un vistazo a la misma, sobresalen hasta cinco jugadores magiares y un total de tres técnicos que han defendido al club de la Alhambra.

Buzassy, en la temporada 35-36, fue un medio centro húngaro que disputó 11 partidos, sin marcar un gol. Precisamente él tuvo el honor de ser el primer extranjero en alinearse en partido oficial con la camiseta del Recreativo Granada, si exceptuamos al italiano Bianchi que lo hizo en un amistoso ante el Sevilla un par de meses antes en el Superregional Andaluz, como señala José Luis Ramos en El once fantasma. El instante histórico tuvo lugar en Altabix, con derrota 1-0 ante el Elche el 17 de noviembre de 1935.

Muy poco después, el 2 de enero de 1936, día tan señalado en la historia de Granada por conmemorarse la Toma de Granada, se jugó el primer partido amistoso internacional en el campo de Los Cármenes entre el Recreativo Granada y el Szeged de la localidad húngara del mismo nombre. Era el primer rival extranjero al que se enfrentaba el Recreativo, aprovechando una gira por España.

El portero Alberty (Debrecen, 1911) jugó 14 partidos y encajó 24 en la primera temporada de los rojiblancos en Primera División. Sin duda alguna esos partidos fueron suficientes para ganarse el reconocimiento y la admiración de la afición granadina y aún permanece entre los más queridos, al que se le recuerda como un mito. El técnico Lippo Hertza lo trajo a nuestro país desde el Bucka húngaro. Procedente del Ferrol, había llegado a España para enrolarse en el Madrid, donde compartió la meta merengue con Ricardo Zamora, a las órdenes de Paco Bru, entrenador del Granada en la 41-42.

Gyula Alberty llegó a rivalizar deportivamente en la meta con otro de los míticos porteros, Floro, con el que el 6 de abril de 1941 el Granada ascendió en Castellón a la máxima categoría del fútbol español. Lamentable el guardameta húngaro fallecería tras una perforación intestinal a raíz de unas fiebres tifoideas, el 9 de abril de 1942, siendo enterrado en el cementerio granadino de San José.

Ya en la temporada 50-51 encontramos a Otto y al delantero Sandor Licker que arribaron procedentes del Goritzia. El primero de ellos llegó a alinearse en dos temporadas, la citada 50-51 y la 51-52 con un pobre balance de cuatro partidos y sin marcar un gol. En cuanto a Licker en su única temporada tuvo un rol significativo ya que disputó 24 partidos marcando hasta ocho goles a las órdenes de Gaspar Rubio y Francisco Mas en Segunda División.

Jenö Kalmar, el técnico que llevó al Granada a jugar la final de la Copa.

El último jugador magiar incorporado a las final rojiblancas fue el centrocampista Szabo, que llegó en la temporada 59-60 procedente del Plus Ultra y tuvo un paso efímero ya que tan solo disputó cuatro partidos sin marcar ningún gol.

Los entrenadores

En el capítulo de entrenadores, destacar a Lippo Hertza que en la temporada 34-35 sustituyó a Antonio Rey, el primer entrenador oficial de la historia de nuestro club. Su debut sí que cumplió con el dicho de victoria segura, al imponerse al Sport La Plana por 3-0 el 20 de enero de 1935. Debutó en la jornada 14 y estuvo hasta la 20, además de dirigir al Recreativo Granada en 3 partidos de Copa de España. Ya en la siguiente, sólo se sentó en el banquillo en los ocho primeros partidos de la 35-36, siendo destituido tras un pésimo arranque liguero con solo una victoria, dos empates y cuatro derrotas.

Cronológicamente, el segundo técnico magiar fue Esteban Platko en la temporada 43-44, desde la jornada 1 hasta la 26. En la siguiente, 44-45, sólo dirigió los trece primeros, siendo sustituido por Emilio Vidal. Aunque el apellido pueda llevar a error, no hay que confundirlo con su hermano Franz Platko, el 'oso rubio de sangre', el guardameta del FC Barcelona al que Rafael Alberty le dedicó la famosa Oda a Platko.

Pero sin ningún género de dudas, el mejor entrenador extranjero de la historia ha sido hasta la fecha, Jenö Kalmar, el técnico que ha conducido al Granada a jugar la única final del campeonato de Copa.

Debutó con victoria 4-1 antes la UD Las Palmas (58-59) y no sólo clasificó al Granada para jugar su única final de Copa de Generalísimo sino que a él también se le debe la permanencia al eliminar al Sabadell en la promoción de ese citada temporada 58-59. A continuación, en la 59-60 dirigió a los rojiblancos las 30 jornadas de liga. Como hecho que se ha repetido con varios técnicos en la historia, volvería cinco años más tarde para dirigir toda la temporada y triunfar con el ascenso a Primera División tras otra intensa promoción ante el Málaga en la temporada 65-66. En total 90 partidos oficiales en tres temporadas (58-59, 59-60 y 65-66).