Granada CF-Eibar | La pizarra

El Eibar arriesga, el Granada castiga

  • El conjunto rojiblanco completa un pragmático choque en el que penaliza los errores armeros

Foulquier realizó un buen partido.

Foulquier realizó un buen partido. / Antonio L. Juárez / Photographerssports (Granada)

Pasaron sólo siete días desde el anterior encuentro, pero este Granada CF, malacostumbrando a todos con sus dos partidos semanales, hizo que se hiciese eterna la espera desde su último choque.

Diego Martínez introdujo tres cambios respecto a aquel partido para enfrentar al Eibar: Quini entró en el lateral zurdo por Carlos Neva, Puertas ejerció de extremo diestro en lugar de Kenedy y Molina acompañó a Soldado en la dupla de delanteros. El cambio de sistema a 1-4-4-2 dejó fuera del once a un mermado Maxime Gonalons, que sí estuvo en el banquillo.

Diego Martínez hizo tres cambios respecto al partido anterior. Diego Martínez hizo tres cambios respecto al partido anterior.

Diego Martínez hizo tres cambios respecto al partido anterior.

Bandas

El plan de ruta fue el habitual cuando el Granada dispone con un dibujo de sólo dos mediocentros. El juego pasó mucho menos por el centro del campo y se basó principalmente en la circulación por bandas. Martínez quiso sacar provecho del potencial físico y aéreo de Molina y Soldado buscando un juego directo que llevase el esférico con celeridad a los extremos.

Estos, cuando no tenían posibilidad clara de crear diagonales, no se lo pensaron a la hora de probar envíos al área.

SD Eibar

La personalidad es una de las virtudes de los conjuntos dirigidos por Mendilibar. El Eibar es un equipo de autor desde la llegada del vasco, que implementó el innegociable juego directo y una presión alta e intensa que es la seña de los armeros. El Granada, conocedor de esto, neutralizó con acierto la intensidad azulgrana tocando al primer toque y haciendo que su rival llegase tarde a los duelos.

Foulquier-Bryan

Criticado en (quizás) demasiadas ocasiones, Foulquier silenció a los críticos y secó a una de las sensaciones de LaLiga: Bryan Gil. La incapacidad del extremo del Eibar a la hora de superar al francés desesperó a todo el cuadro armero, que siempre centra sus ofensivas por la banda ocupada por el sevillano.

Al ataque

Pese a que la circulación no fue la mejor por la ausencia de un tercer centrocampista, la presencia del conjunto nazarí en campo rival era abundante.

Los delanteros bajaban a recibir, tocando rápidamente hacia Yangel y Montoro y estos, hábiles en el envío en largo, buscaban desplazamiento a Machís y Puertas. En una de estas, el almeriense interceptó un balón despejado por la defensa del Eibar que, víctima de su determinación hacia adelante, tiró mal la línea de fuera de juego y dejó sólo a Soldado, al que asistió Puertas para hacer el 1-0.

Segundo golpe

El Eibar sufrió el segundo revés cuando mejor estaba. Los armeros habían encajado bien el golpe del primer tanto y se hicieron con la bola en la medular, creando peligro en las inmediaciones del área rojiblanca. No obstante, el Granada aprovechó el balón parado, una de sus virtudes, para poner tierra de por medio. Puertas remató a gol, con la izquierda, una pelota que le llegó tras esperar el rechace en la frontal.

A la contra

Fiel a sus principios, el cuadro de Mendilibar se echó arriba y consiguió recortar distancias aprovechando la poca contundencia de Vallejo. Gonalons ingresó por Molina y dio inteligencia al juego. El Eibar arriesgó y el Granada castigó. Kenedy, que entró por Machís, dio una asistencia a Soldado y penalizó un error de Cote para sentenciar el duelo (4-1).

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