Saunier, a punto de volver

Dentro de las pocas opciones que le quedan a Lucas Alcaraz para poder elegir jugadores que le valgan para competir en los partidos que le quedan, recuperar a los que están lesionados es un alivio para el entrenador rojiblanco. Uno de ellos es Matthieu Saunier, pieza que ha sido clave en la mejoría del equipo, y que ayer se entrenó con total normalidad. Sin embargo, cuando otros de esos hombres básicos para entender por qué el Granada sigue vivo en la lucha por la salvación están más tiempo del necesario en la enfermería, el técnico pone velas a Fray Leopoldo. Héctor Hernández y Adrián Ramos están tocados y trabajaron de forma parcial. Todos ellos son duda para el partido del sábado contra el Atlético de Madrid, uno de esos encuentros señalados en rojo en el calendario de Lucas Alcaraz desde la derrota del sábado en Butarque, en la que indicó que para salvarse el equipo tendría que empezar a pensar en hacer alguna que otra machada.

El entrenamiento de ayer del conjunto granadinista sirvió para ver que la vuelta de Matthieu Saunier está más cerca que hace una semana. El central galo, que ha ido entrando poco a poco en el ritmo de trabajo del grueso del equipo, completó por primera vez una sesión práctica desde que se lesionó en Villarreal a finales de enero. Sin embargo, el de Hyères aún no tiene el alta médica, por lo que su presencia contra el Atlético el sábado es dudosa. En el club quieren cuidar a un futbolista que ha estado en los mejores partidos en defensa del equipo, y que puede ser clave para la recta final de la Liga. Pero ya es el momento de empezar a contar con el que fuera central del Troyes la temporada pasada, más que nada porque al equipo se le acaba el tiempo, y es el momento de empezar a forzar a los jugadores que no estén al cien por cien de su estado de forma. Quizás sea precipitado provocar su participación ante los colchoneros, sobre todo teniendo en cuenta que una semana más tarde el Granada se juega la que quizás sea su última final contra el Sporting de Gijón en El Molinón.

Con la cercana recuperación de Saunier, los servicios médicos y el cuerpo técnico se centran en tratar de tener disponibles para el sábado a otras tres piezas clave del equipo. El que más preocupa es el lateral francés Dimitri Foulquier, que al igual que el griego Panagiótis Koné, no entrenó ayer sobre el césped de la Ciudad Deportiva. El primero arrastra unas molestias en la cadera desde la semana pasada, mientras que el segundo sufre una sobrecarga muscular. El mismo problema tienen el colombiano Adrián Ramos, el vallisoletano Héctor Hernández, y el portugués Rúben Vezo. En el caso de estos tres últimos, al menos pudieron realizar la primera parte del entrenamiento sobre los terrenos de juego de la instalación de la zona norte, aunque después se retiraron por precaución para que puedan estar disponibles para Lucas en el partido frente al Atlético.

Precisamente esa parte del entrenamiento fue la más física, la dedicada a recuperar el tono muscular de unos jugadores muy fatigados después del esfuerzo de la semana pasada, con tres partidos en menos de seis días, y dos de ellos fuera de casa, incluido un desplazamiento siempre pesado hasta Bilbao. Lo que no jugaron fue el partidillo con el que se cerró la práctica de ayer, donde Lucas Alcaraz pudo contar con Martin Hongla, el cual tiene todas las papeletas para formar en la línea de tres defensas del equipo. Como representantes del filial también entrenaron Pervis Estupiñán, pese a su grave fallo contra el Cartagena, y Aly Mallé, que también tiene opciones de ser titular ante la baja por sanción de Carcela-González.

El entrenador granadinista dio pocas pistas sobre el posible once titular de esta jornada, algo que probará en los entrenamientos a puerta cerrada de esta semana en el estadio de Los Cármenes, el primero esta mañana, y el próximo en la tarde previa al partido frente a los rojiblancos.