Álvaro Vadillo completó en Cádiz una vuelta completa siendo titular en todos los partidos del Granada CF, algo difícil de conseguir en cualquier campeonato y más aún para un jugador cuya carrera estaba salpicada en pasadas campañas por los problemas físicos.

No todos los días juegas al lado de casa. Y eso es lo que le ocurrió a Vadillo, nacido en Puerta Real, en el Carranza, donde completó una buena actuación aunque estuvo mejor en el primer tiempo que en el segundo.

El extremo comenzó el partido en la banda derecha. Se mostró incisivo en ataque pero no tanto en defensa, donde las subidas de Oliván le dieron bastantes quebraderos de cabeza. También a Diego Martínez, que cerca del ecuador del primer tiempo lo mandó a la izquierda, cambiando su posición con Pozo.

Desde el perfil diestro se vio al mejor Vadillo en el primer tiempo. Se entendió a la perfección con Quini y dejó varias muestras de la sobrada calidad.

Regates y pases decisivos aparte, antes del descanso buscó el gol en un par de acciones, pero no lo pudo lograr ni de cabeza desde el área pequeña, tras envío de Víctor Díaz, ni con el pie desde fuera del área.

Un fuera de juego, que era por centímetros, también impidió que una gran jugada suya acabara en gol.

La reanudación

Las prestaciones del gaditano bajaron tras el descanso. Las ocasiones para ambos equipos se redujeron en el segundo tiempo y Vadillo entró mucho menos en juego. Ya no se movió de la banda izquierda, donde siempre porfió mas con menos acierto y participación.

Fue sustituido en el minuto 70 por Rodri. Igual que siempre es titular también es muy habitual que no acabe los partidos. Hay que conservarlo lo mejor posible.