Era el tercer partido de Víctor Díaz como titular en la presente temporada y el segundo desde que volviese de su lesión.

El capitán del Granada CF salió de inicio formando una defensa de garantías junto a Domingos Duarte, Germán Sánchez y Carlos Neva y sólo pudo defender la camiseta rojiblanca horizontal hasta el descanso, cuando Diego Martínez, con ventaja mínima en el mercador del Nuevo Los Cármenes, lo sustituyó por Dimitri Foulquier.

Una vez comenzado el encuentro y como consecuencia del empuje inicial del conjunto entrenado por Ronald Koeman, Víctor Díaz cerró demasiado su posición hacia el centro, posicionándose prácticamente pegado al central diestro del equipo, Domingos Duarte. El por qué de esta circunstancia tiene explicación en el planteamiento del conjunto catalán: Griezmann, pareja de Díaz en la marca, jugó de falso extremo izquierdo y se colocó más cercano al carril central que a su banda, arrastrando al capitán nazarí a funciones de supuesto central.

La banda izquierda del ataque culé, ocupada por Alba, necesitó de las ayudas de Vico y Puertas al lateral diestro de los rojiblancos. El sevillano, que no estuvo cómodo en ningún momento, erró con demasiada frecuencia en los pases al primer toque que intentó para darle velocidad a la salida con balón de los suyos. Sin ir más lejos, dos pérdidas provenientes de posesiones desde el costado diestro de los nazaríes casi ocasionan tantos a favor de los catalanes. Aarón Escandell, con una doble parada, evitó que el Barcelona abriese el marcador tras un mal pase de Víctor Díaz.

El empuje de los visitantes apenas dejó al carrilero dejarse caer por zonas ofensivas donde, habitualmente, muestra una de sus principales virtudes: los centros colgados al área.