Las bandas del Granada se quedan desiertas este verano

Acaba una temporada más, y con ello comienza el consecuente vaivén en la plantilla del Granada CF. Dentro de que habrá movimientos en todas las áreas, los costados son la posición que más movimientos sufrirá, y es que tanto en los laterales como en los extremos la plantilla del Granada queda cogida con pinzas a expensas de alguna posible renovación.

En primer lugar y comenzando por arriba, las cesiones de Abde Rebbach y Giorgi Tsitaishvili han llegado a su fin. Considerándose ambas exitosas, especialmente la del georgiano, se antoja bastante complicado que cualquiera de los dos repita estancia en el equipo del Nuevo Los Cármenes. El primero por su alto salario y la opción de compra que los nazaríes no ejecutarán, lo que devolverá al argelino a un Deportivo Alavés que volvió a conseguir la permanencia en Primera División.

En el caso del georgiano, este firmó en Granada la mejor temporada de su carrera hasta ahora. Con siete goles y cuatro asistencias, nunca había generado dobles dígitos en su carrera y falta conocer las intenciones de su equipo, el Dinamo de Kiev, aunque no cuente para ellos desde hace varias temporadas. En Granada ha tenido la continuidad que no había tenido nunca y se ha convertido en el segundo máximo anotador de la temporada 2024/2025 por detrás de Myrto Uzuni (que se fue en invierno y no terminó el curso) y Lucas Boyé.

El único 'recambio' por ahora se trata de Pablo Sáenz, cuya cesión al Albacete ha sido un éxito y vuelve al club que posee sus derechos. En principio, Sáenz tiene previsto incorporarse a la pretemporada del primer equipo rojiblanco. Con contrato en vigor hasta 2026, su continuidad dependerá de la decisión de Pacheta. El futbolista navarro disputó un total de dieciséis encuentros con el Albacete, en los que firmó cinco goles y repartió una asistencia, mejorando las prestaciones que registró en la primera mitad del curso con el Granada, donde solo aportó dos asistencias y no logró marcar.

Laterales

Lo mismo o más ocurre un poco más abajo del césped, y es que si todo sigue el curso actual los laterales del Granada quedarán desiertos. De cuatro disponibles en la plantilla, uno es cedido, y otros tres terminan contrato. En primer lugar la marcha más que segura es la de Rubén Sánchez, que terminó quitándole el puesto a su 'compañero' de apellido Ricard. El cedido por el Espanyol volverá a Primera con los pericos aunque su paso por Granada hace pensar que los nazaríes deberían intentar repescarlo. La otra marcha más segura es la de Miguel Brau, que no aceptó la oferta de renovación del Granada y se desvinculará del equipo a finales de este mes.

Un poco más en el aire queda la continuidad de dos jugadores con más trayectoria en el club como son el propio Ricard y especialmente Carlos Neva. El contrato del catalán también expira pronto y la pérdida de protagonismo que ha perdido este curso, sumado a algunas actuaciones irregulares, lo deja más fuera que dentro del Nuevo Los Cármenes.

La continuidad del gaditano y capitán del equipo es una incógnita. Tras convertirse en el único superviviente del Eurogranada, ha vivido la que es probablemente su peor temporada. Intrascendente en el juego y apartado durante cuatro meses por una lesión, se va a recordar más su dedo en la boca a Los Cármenes en un partido en el que terminaría lesionándose. Volvió al puesto sin mucho que ofrecer aunque casi siempre titular, y su último encuentro pudo haberse convertido en la peor despedida posible: expulsado y con derrota que dejó a su equipo fuera del playoff.