Diego Martínez le otorgó ayer una nueva oportunidad a Rodri desde el inicio, en esta ocasión no por lesión de Adrián Ramos como en la anterior oportunidad, sino seguramente por lo ofrecido en los entrenamientos y en el trabajo diario. El soriano criado en la cantera del Sevilla no mejoró los números en el área de su 'competidor', ya que solo disfrutó de una oportunidad y un tiro entre los tres palos, pero sí igualó en juego combinativo con sus compañeros lejos del área, pese a la intensidad defensiva mostrado por el Almería durante los 90 minutos.

Sus continuas protestas y luchas con los centrales, sobre todo con Saveljich, casi le cuestan la expulsión, ya que en la primera mitad ya vio una tarjeta amarilla por empujar al meta René en un rifi-rafe ante el posible penalti sobre Puertas. En todas las protestas estuvo el '11' rojiblanco, quien también protagonizó el final del partido, cuando miembros de ambos banquillos se enzarzaron en una última discursión ante la celebración del final del partido por parte de los locales.

Rodri no inició bien el choque, casi como el equipo, y le costó encontrar el mínimo espacio en el área, lo que le llevó a buscar una y otra vez el balón lejos de la zona de peligro. En la primera mitad no llegó a chutar ni entre los tres palos ni a protagonizar ninguna acción de peligro en el área. Sí una, en el 31', cuando empalmó una volea dentro del área tras asistencia de Fede Vico, pero su situación era de fuera de juego.

En la segunda mitad su juego no cambió. Conforme el equipo acusaba el cansancio en ataque más se diluyó, pero antes de ser sustituido dejó su única ocasión en el choque, después de hacer un buen desmarque en el área al que Vadillo encontró. El ex de la Cultural o Almería remató en el área con un fuerte disparo al que René respondió con un despeje a córner. Fue su única aparición con peligro en el área, escondiéndose en continuas peleas y luchas con la defensa almeriense.

Sin gol la apuesta de Martínez no funcionó, por lo que habrá que ver si lo mantiene como referencia la próxima semana en Zaragoza, precisamente, otro de los antiguos equipos de un Rodri que perdió demasiado energía en peleas aisladas y no en la batalla.