Se marcha Carlos Neva, último superviviente del 'Eurogranada'

El último vestigio del Eurogranada dice adiós. El Granada CF hizo oficial este viernes la salida de Carlos Neva, uno de los ocho jugadores con contrato hasta el próximo 30 de junio que no ha recibido propuesta de renovación.

Neva, que cumplirá 29 años la semana próxima, llegó al filial nazarí en 2017 y dio el salto al primer equipo dos años más tarde, en la temporada 2018/19, bajo las órdenes de Diego Martínez. Su debut se produjo en el último encuentro liguero ante el Alcorcón, y desde entonces el portuense ha vivido de todo en el Nuevo Los Cármenes. “Nuestro capitán se despide tras ocho temporadas y 232 partidos defendiendo la camiseta rojiblanca. Del filial a Europa como granadinista. ¡Gracias!”, fue el mensaje con el que el club le rindió culto a través de sus redes sociales, por ahora sin ningún homenaje o acto de despedida anunciado.

Desde entonces, el lateral izquierdo se consolidó como titular siempre que las lesiones lo respetaron. A lo largo de estos años, dejó su huella en algunos de los capítulos más brillantes de la historia reciente del club: fue parte clave en la histórica clasificación para la Europa League, alcanzó las semifinales de la Copa del Rey en 2020, y participó en dos permanencias en Primera, además del último ascenso.

El último superviviente

Su salida marca a nivel simbólico el final de una etapa significativa en el Granada. Tras las salidas el curso pasado, tampoco de la mejor manera, de Víctor Díaz y Antonio Puertas, el gaditano se quedó como último referente de la mejor etapa histórica de la entidad. "Gracias a su esfuerzo y sacrificio, Neva ayudó a que miles de granadinistas soñaran desde la distancia cuando su equipo luchó en Europa, alimentando la ilusión dentro de una situación sanitaria y social muy complicada", le agradeció el club en referencia a este hito.

Además, con el brazalete en el brazo, no pudo coger todos los galones necesarios para capitanear un vestuario y su última temporada estuvo marcada por polémicas y problemas físicos. Para bien o para mal, siempre se recordará el partido contra el Málaga en el que mandó a callar a su afición tras marcar gol, un gesto por el que terminaría pidiendo perdón fruto de la 'calentura' y la presión de las últimas dos temporadas. Terminaría lesionándose de gravedad ese mismo encuentro, estando cuatro meses en el dique seco. Su último partido no pudo tener un final peor, siendo expulsado contra el Racing por una leve entrada sobre Andrés Martín ya que era Neva el último hombre.

A sabiendas de que era el último partido, al capitán se le vio llorando ostensiblemente rumbo al banquillo con cara de incredulidad, deseando que el racinguista no se hubiera ido solo rumbo a portería y no tener que despedirse así del equipo de su vida. Curiosamente, la única tarjeta roja que vio en toda su estancia como rojiblanco. Cosas del fútbol.

Un jugador que siempre lo dio todo por el escudo, aunque cumple el mismo patrón que otras leyendas recientes del Granada, salir por la puerta de atrás.