Luís Maximiano está siendo, hasta el momento, el jugador más destacado del Granada CF. Eso habla muy mal de un equipo pero es que los números reflejan que el joven guardameta luso, desde que debutara en la cuarta jornada ante el Betis, ha tenido excesivo trabajo.

Los aficionados rojiblancos esperaban que ante el Celta ocurriera algo similar, principalmente por la cantidad de jugadores ofensivos que dispone Eduardo Coudet sobre el césped. Pero, al menos en la primera mitad, apenas tuvo que intervenir en un par de acciones gracias al buen trabajo defensivo de sus compañeros.

En largo

En lo que sí que ha cambiado ‘Maxi’ desde que debutó ha sido en su participación en el juego cuando el cuadro de Robert Moreno inicia el juego. Atrás quedó la intención de jugar constantemente con el portero para empezar las acciones ofensivas. Ahora, cuando el cuero le llega a sus inmediaciones, el envío en largo es la regla y así vive mucho más tranquilo.

El portero portugués saca en largo, una acción que repitió en numerosas ocasiones.

En los primeros cuarenta y cinco minutos tan sólo se tuvo emplear con una salida fuera del área para despejar de cabeza a banda, para atajar un pelotazo desde atrás de la zaga gallega y un remate de Santi Mina, que tras tocar en Milla, detuvo sin excesivos problemas sobre la línea de gol.

El paradón

Tras el descanso siguió con poco trabajo hasta que en el 72’ se vio al ‘Maxi’ que ha enamorado a la afición nazarí. Soto Grado señaló un más que dudoso penalti por agarrón de Domingos Duarte a Santi Mina. En dicha acción sufrió un golpe durísimo con su compatriota en el muslo derecho en su salida aérea. Pero eso no fue óbice para que realizara un paradón en la ejecución de la pena máxima de Iago Aspas, todo un especialista, y mantuviera vivo a su equipo en el partido. Fue su última intervención destacada pues tuvo que ser sustituido por Aarón muy a su pesar. Realizó la parada del cojo.