Real Madrid-Granada CF | La pizarra

Desbordados pero con casta

  • Los rojiblancos se muestran muy inferiores en el primer acto pero reaccionan tras el descanso

Momento en el que Domingos Duarte anota el 3-2 para los rojiblancos.

Momento en el que Domingos Duarte anota el 3-2 para los rojiblancos. / Agencia LOF

Si ante el FC Barcelona el choque no se pudo poner más de cara para los rojiblancos con un tanto a los dos minutos de partido, en el Santiago Bernabéu se dio la otra cara del fútbol para el Granada CF. Esa que hace que un grande se ponga por delante en el marcador en su primera llegada al área rival. O la misma que provoca que la referencia del juego rojiblanco se lesione en el minuto cinco. Demasiados inconvenientes para un equipo que, a buen seguro, había preparado el choque de manera muy diferente. Pero ahí es donde se ve la personalidad de un equipo. Y le costó, y mucho, a los de Diego Martínez reaccionar.

Desbordados

Por primera vez en la temporada, se vio a un Real Madrid con una velocidad de circulación que sorprendió al técnico vigués y a sus jugadores. Los nazaríes habían formado con un 1-4-1-4-1, con Yangel Herrera por delante de la zaga y Montoro y Azeez por delante. La intención era presionar para evitar que el conjunto merengue jugara fácil desde atrás. Pero el tanto de Benzema dio al traste con todo lo planificado. Con un Valverde que apareció por todas las partes del campo, si no se podía jugar por dentro, los de Zidane buscaron los flancos para dar profundidad a su juego tras tocar rápido entre líneas, y por ahí desbordaron a los rojiblancos.

Sin asustar

Las llegadas eran constantes por bando local ante un cuadro que cometió errores defensivos pocos antes vistos. El habitual bloque defensivo que suelen mostrar los de Martínez quedó en nada, y las distancias entre líneas cada vez eran mayores. Eso provocó que los hombres de arriba estuvieran desasistidos y en minoría, de ahí que a Soldado apenas se le vio porque tampoco a las contras el Granada CF hizo daño. Rui Silva se convirtió en el protagonista del choque con sus grandes intervenciones mientras el míster pedía desde la banda tranquilidad a sus jugadores.

Así jugó el Granada CF en el Santiago Bernabéu. Así jugó el Granada CF en el Santiago Bernabéu.

Así jugó el Granada CF en el Santiago Bernabéu. / Departamento de Infografía

Nula creación

La ausencia de Montoro se notó mucho en el juego de los visitantes, que no encontraron a ninguna referencia en su juego que asumiera los galones del valenciano a la hora de distribuir, de ahí que fuera harto complicado superar las líneas de presión madridistas. Tampoco se ganaban los duelos individuales, en especial por parte de Gonalons, al que le costó entrar en el partido aunque fue de menos a más. No está en su mejor momento físico y eso se nota. Pero sin Eteki, lesionado, no había otra solución en el banquillo. Y para colmo, antes de llegar al receso, el tanto de Hazard terminó por hundir un poco más a los granadinos tras un nuevo error defensivo y una pérdida en una zona complicada.

Cambio de dibujo

Poco tardó Diego Martínez en tomar decisiones tras el descanso. Vadillo sustituyó a Ramón Azeez y, con ello, varió el sistema por un 1-4-4-2, con Machís junto a Soldado y Puertas y el citado extremo gaditano en las bandas. Sin embargo, el choque se tornó mucho más duro, con constantes interrupciones, lo que provocó que no existiera excesivo ritmo. El cuadro local no era el mismo que el del primer acto. No le hacía falta. Y más cuando Modric marcó un auténtico golazo para hacer el 3-0.

Yangel Herrera terminó agotado en el duelo ante el Real Madrid. Yangel Herrera terminó agotado en el duelo ante el Real Madrid.

Yangel Herrera terminó agotado en el duelo ante el Real Madrid. / Agencia LOF

La casta

Pero Areola decidió meter en el partido al Granada CF. Cometió un penalti absurdo sobre Carlos Fernández que materializó Machís y fue entonces cuando todo cambió. Los laterales dieron mucha más profundidad, en especial la derecha con Víctor Díaz; Puertas se sintió más cómodo y la presión alta ahora sí funcionó. Al Madrid le quemaba el balón y ya no circulaba el cuero con tanta fluidez. El empuje hizo que Germán estuviera a punto de hacer el 3-2 tras una falta lateral botada por Vadillo, aunque fue su compañero de zaga, Domingos Duarte el que encendió a los seguidores rojiblancos del Bernabéu.

Precipitados

Con la grada de Chamartín pitando a su equipo, era el momento de encerrar al Madrid pero en esta ocasión no se tuvo la pausa y tranquilidad necesaria para tener el balón, buscar por fuera para centrar al área y cortar las salidas a la contra de los de Zidane. El cansancio hizo mella y en una pérdida fruto del agotamiento físico, Odriozola asistió a James Rodríguez para finiquitar el choque. El gol se celebró como si fuera el que definía una final. Y eso fue mérito del espíritu competitivo de este Granada CF, que terminó siendo goleado pero que lo intentó siempre. Y hasta con Germán a los Alexanco como ariete y tres defensas atrás.

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