Debut muy tibio del Recreativo Granada en su estreno como anfitrión en la novedosa Segunda RFEF. El regreso del público a las gradas de la Ciudad Deportiva no fue incentivo suficiente para conseguir doblegar a un Real Murcia que completó un encuentro con muchas más sombras que luces (0-0). El filial nazarí, no obstante, suma así dos puntos en las primeras dos jornadas gracias a dos empates frente a los equipos de mayor renombre de la categoría (Hércules y el propio cuadro murciano).

Rubén Torrecilla, fiel a su estilo, repitió el esquema que llevó a los suyos a puntuar en el Rico Pérez ante el Hércules y que tanto puso a prueba a lo largo de la pasada campaña: el 1-5-3-2. Sarr volvió a ganar la partida a Ángel en portería y Virgil, Barcia y Leo Sepúlveda se colocaron en el eje. Cova y Eu ocuparon los carriles y Martín, Echu y Butzke, la medular. La dupla de delanteros fue para Gutiérrez y Dani Plomer.

Sin dueño

El partido se tintó de grana desde muy temprano. El Real Murcia se supo favorito desde el primer instante y aprovechó su experiencia para crear peligro a la joven zaga rojiblanca. Sarr, notablemente nervioso al comienzo, erró en una salida al poco del comienzo y generó la primera de las oportunidades para los visitantes, que no acertaron a la hora de encontrar la portería.

Tardó prácticamente diez minutos el Recreativo Granada en disfrutar de su primera ocasión en el encuentro. Un buen cambio de juego desarboló las líneas enemigas y, Eu, fuera de marca, colgó un gran centro con la zurda que Dani Plomer cabeceó sin demasiada energía.

De menos a más

La mejora en el juego de los nazaríes impulsó a los de Torrecilla a hacerse con el control del choque, adelantando líneas y cercando la partida en pocos metros. El Real Murcia, atrapado atrás, no complicó su salida desde la meta y rifó el esférico con regularidad para alegría de la parroquia granadinista, que conseguía recuperar la posesión con suma facilidad.

La agonía del conjunto grana a la hora de trenzar jugadas terminó por cambiar las tornas, erigiéndose definitivamente el ‘Recre’ como dominador indiscutible del primer periodo. El equipo filial incomodó el área defendida por Serna mediante las llegadas del carrilero diestro Cova, con un remate en el segundo palo tras un córner que bloqueó la defensa visitante, y el ariete Dani Plomer, muy participativo tras retrasar varios metros su posición con la intención de formar parte de la construcción.

Sólo Dani García, extremo izquierdo del cuadro entrenado por Mario Simón, consiguió poner en apuros al Recreativo Granada. El atacante de los murcianos insistió una y otra vez en encarar a Cova y a Virgil y logró contrariar a los nazaríes cuando Julio Gracia, que intervino desde segunda línea, descolgaba su posición para sorprender desde el interior zurdo.ç

Segunda parte

A la salida de vestuarios el encuentro cogió una hoja de ruta muy similar a la de la primera parte. A pesar de que la ocasión que inauguró los segundos cuarenta y cinco minutos estuvo protagonizada por una internada de Dani Plomer, que no conectó con un balón en profundidad por escasos centímetros, fue el Real Murcia el que salió con mayor intensidad a buscar el triunfo.

Los granas, que vistieron de un apagado gris, gozaron de un acercamiento a balón parado tras un lanzamiento desde el vértice que despejó, no sin apuros, el guardameta Sarr. Fue la más clara para los visitantes hasta poco antes de que se cumpliese la hora de encuentro, cuando Dani García –siempre él–, en una acción con peligro de gol, chutó muy alto, cruzado, con la pierna mala.

Plomer disputa un balón aéreo.

La espesa segunda mitad del Recreativo, construida por el cansancio físico acumulado del esfuerzo en Alicante y la mejora de los de Mario Simón, sólo parecía prosperar cuando Martín, dueño de la medular, intervenía con cierta regularidad en el juego de su equipo. El ‘8’ rojiblanco oxigenaba y distribuía a partes iguales, generando prosperidad allá donde sólo parecía haber retroceso.

Cambios

Rubén Torrecilla, consciente de la poca intervención ofensiva de los suyos a lo largo de la contienda, intentó agitar el duelo con cambios en cada una de las líneas. Diego entró por Eu en el carril izquierdo, Da Costa hizo lo propio por Butzke en el centro del campo y Bryan Zaragoza ingresó al verde para dar descanso a Dani Plomer. Este último fue el único que entró en contacto de manera regular con la pelota e incluso desbordó en varias acciones a los defensas de la escuadra visitante.

Aunque las modificaciones no terminaron de surtir el efecto deseado por el preparador nazarí, el filial granadinista no sufrió el ‘arreón’ que se antojaba innegociable por parte de una entidad de la talla de la de la escuadra grana. Sin ir más lejos, fue el jovencísimo Recreativo Granada el que acabó el partido asediando a su contrincante e incluso tuvo la oportunidad de dejar los tres puntos en suelo granadino.

Polémica

Los últimos instantes se cerraron con todo el plantel rojiblanco protestando al equipo arbitral una jugada en la que el balón tocó con claridad en la mano de un futbolista grana. El colegiado, que salió vitoreado por la ruidosa pero honesta afición visitante, decidió no señalar la pena máxima y, apenas segundos después, hacer material un empate a nada entre las dos escuadras.