Leganés-Granada CF | La pizarra

La defensa de cuatro, asentada

  • Puerta a cero rojiblanca varios partidos después con un 1-4-4-2 de nuevo de inicio

Foulquier, uno de los más destacados en la zaga rojiblanca

Foulquier, uno de los más destacados en la zaga rojiblanca / Efe (Leganés)

Parecía que se había asentado el Granada con la defensa de tres centrales y dos carrileros, usada tanto en los últimos partidos antes del coronavirus como en el primero en el reinicio de la competición ante el Getafe, pero en este equipo camaleónico y cambiante nada permanece en el tiempo, y menos un dibujo.

Por eso ante el Leganés Diego volvió a apostar por la zaga de cuatro jugadores ya utilizada de inicio frente a Betis y Villarreal. En este caso, el preparador eligió de salida el mismo 1-4-4-2 del anterior choque, con Antoñín como gran novedad en la alineación, ya que estrenó titularidad acompañando arriba a Soldado.

Cinco novedades

Con apenas 72 horas de descanso respecto al anterior choque frente a los amarillos, Diego se vio obligado a oxigenar su once con cinco novedades. Foulquier, Vallejo, Azeez, Machís y el citado Antoñín reemplazaron a Víctor Díaz, Germán, Yan Eteki, Fede Vico y Carlos Fernández. Entre los seis que repitieron destaca el caso de Carlos Neva, ya que es junto al meta Rui Silva el único que ha actuado de inicio en los cuatro partidos disputados desde el retorno del campeonato.

El rival

Enfrentarse a un equipo de la zona baja de la clasificación que se juega la permanencia puede ser un alivio cuando casi en cualquier momento de la temporada mas un hueso muy duro de roer si ese enfrentamiento se produce en el tramo final del curso. Así afrontó el choque el Leganés, jugándose la vida.

Javier Aguirre, que desde que llegó al banco pepinero ha usado distintos esquemas buscando la fórmula del éxito, actuó esta vez de inicio con un 1-5-3-2, con Guerrero y Guido como referencias ofensivas y Óscar Rodríguez, uno de sus jugadores más determinantes, de inicio en el banquillo. Pese a la necesidad, los pepineros también jugaron hace tres días, en este caso en Mallorca, y el mejicano tuvo que rotar futbolistas.

Poco ritmo

Como si ambos conjuntos hubieran firmado no hacerse daño en el primer tiempo y dejarlo todo para el segundo, antes del descanso pasó muy poco. El Granada sólo perdió un poco la posición con la llegada de los carrileros locales tras cambios de orientación, aunque Rui Silva apenas sufrió. En ataque faltó fluidez a los de casa y también al Granada. Machís, a diferencia del día del Betis, partió desde la izquierda, con bastante actividad pero poca fortuna.

Diego Martínez lamenta una jugada de los suyos Diego Martínez lamenta una jugada de los suyos

Diego Martínez lamenta una jugada de los suyos / Efe (Leganés)

Poca movilidad

Antoñín y Soldado apostaron más por los desmarques de ruptura que por los de apoyo, por lo que apenas hubo juego entre líneas durante el primer tiempo en un Granada al que le costó mucho romper el buen entramado defensivo local. Los laterales sí que percutieron bien varias veces, sobre todo Carlos Neva, pero nadie aprovechó los centros que llegaron desde la izquierda.

Segundo tiempo

Estaba claro que el partido que estaba viendo no convencía a Diego Martínez, que movió su banquillo en el descanso, algo ya habitual desde que se reanudó la competición y existe la opción de hacer cinco cambios. Entraron Carlos Fernández y Yan Eteki por Antoñín, poco inspirado y con una amarilla, y Azeez, manteniendo el Granada el 1-4-4-2.

En el Leganés los problemas físicos del peligroso Óscar Rodríguez le impidieron continuar en el campo (había entrado mediada la primera mitad por el lesionado Guido), por lo que tuvo que entrar Assalé, que creó problemas en la zaga rojiblanca con sus movimientos entre líneas y sus llegadas desde atrás.

Fede Vico

Hasta mediada la segunda mitad no movió Diego su dibujo. Fue con la entrada de Fede Vico por Soldado. No obstante, la incapacidad del Granada para tener el balón y pisar campo contrario apenas permitió ver el 1-4-2-3-1 al que mutó el cuadro nazarí.

Ya no se movió más el esquema hasta el final, aunque sí que cambio su posición Foulquier cuando Víctor Díaz entró por Carlos Neva. El galo se colocó como lateral zurdo, mientras que el capitán se ubicó en su posición habitual de lateral diestro.

Último suspiro

Parecía que por primera vez desde el retorno de la competición no iba Diego a agotar los cinco cambios, pero sí que lo hizo con la entrada ya en el tiempo añadido de Gil Dias por Machís, sin que variara nada.

El penalti

El penalti parado por Rui Silva y los sufrimientos del equipo hicieron bueno el empate en un choque marcado por la falta de piernas del Granada.

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