Eibar-Granada CF | La pizarra

La impotencia del Granada CF en Eibar

Ricard Sánchez salta por encima de Arbilla.

Ricard Sánchez salta por encima de Arbilla. / Agencia LOF (Eibar)

Acudir a Ipurua y concederle al rival tantas opciones a balón parado es una invitación a cosechar una nueva derrota, como así le ocurrió al Granada CF ante el Eibar. Jugar allí nunca es fácil. El estilo de juego de los eibarreses requiere de mucha pelea y ganar los duelos individuales, de ahí Aitor Karanka optara por alinear un once hasta cuatro novedades con respecto al que sacó en Andorra. Alguno de ellos condicionado por la lesión de Ignasi Miquel, por el que entró Cabaco. El resto fueron Jonathan Silva en el lateral izquierdo, Petrovic acompañando a Bodiger en el eje y Jorge Molina como referencia ofensiva en su primera titularidad en esta campaña.

Si algo no tenían que hacer los rojiblancos ante el Eibar era conceder excesivas acciones a balón parado pues cuenta con Aketxe, que sumaba cuatro asistencias, y que si destaca por algo es por su golpeo de balón. El potencial de los de Garitano era evidente y más con Blanco Leschuk en el campo, que no sólo era peligroso en la estrategia sino también en los envíos en largo para que Corpas y Stoichkov se aprovecharan de sus prolongaciones. Y eso que no tenía que suceder, sucedió. Un saque de esquina muy trabajado sorprendió a la zaga visitante que vio como Matheus Pereira puso el balón en la escuadra.

Fase ofensiva

El gol hizo mucho daño justo cuando mejor estaban jugando los de Karanka tras un primer cuarto de hora en el que les costó llegar a las inmediaciones de Yoel. Las salidas de los vascos por oleadas costó frenarlas en la primera línea de presión, viéndose Bodiger y Petrovic por momentos desbordados. Y eso influyó en el ataque pues no fue hasta el minuto 38 cuando llegó la mejor ocasión de los rojiblancos tras una buena combinación que culminó Jorge Molina con un disparo a la media vuelta. Fue un espejismo, pues el bagaje ofensivo fue muy pobre en todo el choque.

Segunda mitad

En la reanudación el guión del choque varió poco. Los azulgrana, con ventaja en el marcador, dieron un pase atrás para defender su renta. Con pocos espacios, al Granada CF le costó elaborar como suele ocurrir en Ipurua. Los locales no sufrieron, cometieron los errores justos en las entregas y atrás fueron muy contundentes. Vamos, el Eibar de toda la vida. Y encima encontraron en la derecha la banda para salir en ataque con Corpas y Tejero dando profundidad.

Y otro córner

Los de Garitano vivían cómodos y más cuando, de nuevo en un saque de esquina sacado en corto, Tejero puso de nuevo el cuero en la escuadra de André Ferreira. Y para colmo, Stoichkov dejó a 20 minutos del final el choque sentenciado con la zaga demasiada hundida. Y es que los cero disparos entre los tres palos hasta el minuto 86 fueron una rémora demasiada pesada. La puntilla la puso Bautista con los de Karanka impotentes.

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