Real Madrid-Granada CF | La crónica

La fe del Granada casi mueve una montaña

  • El conjunto rojiblanco se rehace de un mal inicio para poner en aprietos al Real Madrid

  • Tras el 3-0, los de Diego Martínez se meten en el partido con goles de Machís y Domingos

Domingos Duarte festeja su gol con el que dio esperanzas al Granada

Domingos Duarte festeja su gol con el que dio esperanzas al Granada / Lof (Madrid)

El 5 de octubre de 2019 estaba llamado a ser un día histórico en el Granada y no faltó mucho.La ilusión pareció desvanecerse a las primeras de cambio cuando nada más comenzar el partido el equipo de Diego Martínez se vio con un 1-0 adverso. Mas aún cuando nada más iniciarse la segunda parte un 3-0 sería definitivo a los ojos de cualquier mortal. Pero entonces el Granada renació de sus cenizas y, con dos goles, metió el miedo a casi 80.000 almas blancas que moraban en las gradas.

El conjunto granadinista pagó sus errores en su puesta en escena. Y es que se presentó en el Santiago Bernabéu demasiado timorato y con mucha humildad en el zurrón, como si no se creyese que visitaba al Real Madrid como segundo clasificado y con la posibilidades de arrebatar el liderato a los de Zidane.

Así transcurrió una primera parte en la que costó encontrar el sitio, con precipitación y sin apenas inquietar al rival. El 2-0 al descanso bien pudo ser peor. Tras el paso por los vestuarios, el 3-0 era para noquear a cualquier equipo... menos al Granada. Se ganó en verticalidad, el balón empezó a ser un amigo y dos goles en menos de diez minutos hizo pensar en hacer realidad un sueño casi utópico. Faltaron fuerzas y el 4-2 en el descuento fue una anécdota. Al Granada el sobró el primer cuarto de hora y le faltó otro tanto al final.

Contratiempos

Muy pronto se puso cuesta arriba el encuentro. El Granada había salido dispuesto a mantener su criterio de presionar a los blancos en el medio del campo.

Pero en la primera llegada de los de Zidane, un centro de Bale con el exterior desde la derecha pilló a la retaguardia rojiblanca en el limbo y Benzema, en el segundo palo marcó a placer. El VAR descartó un posible fuera de juego. Para colmo de males, pocos segundos después, Montoro, lesionado, tuvo que ser suplido. Así se rompieron los esquemas de los visitantes.

Con el 1-0 en contra la situación se complicó más cuando, a los cinco minutos, Montoro se lesionó y tuvo que ser sustituido

El primer cuarto de hora fue un suplicio. Cada vez que los locales sobrepasaban el centro del campo era para llevar peligro, sobre todo por las bandas. Bale era una pesadilla para Carlos Neva y, por la zona de Víctor Díaz entró Carvajal como Pedro por su casa para hacer intervenir a Rui Silva con el pie. Benzema la tuvo de volea y, poco después, hizo intervenir de nuevo al meta rojiblanco en un remate de cabeza.

Machís y Azeez, en un lance del partido Machís y Azeez, en un lance del partido

Machís y Azeez, en un lance del partido / Granada (Madrid)

Los locales, a su ritmo

Mientas el Madrid estaba cada vez más cómodo, el Granada reculaba más. Fue en el 17’ cuando los rojiblancos dieron fe de la existencia del área local. Un centro de Machís desde la izquierda lo cabeceó Antonio Puertas desde el punto de penalti ajustado al poste derecho de Areola.

Fue un espejismo porque poco después Benzema, Kroos y Carvajal hilaron una jugada de tiralíneas que dejó al defensor blanco solo ante Rui Silva. Su remate fue al ‘muñeco’ y la clarísima ocasión local, al limbo.

Un error que sale caro

Sobrepasada la media hora del encuentro, el Granada se daba con un canto en los dientes al comprobar que el marcador recogía un 1-0 que a todas luces se antojaba corto. Pero en ese momentos, el Madrid levantó el pie del acelerador y el conjunto rojiblanco volvió a entrar en contacto con el esférico.

Machís y Puertas intercambiaron posiciones y Soldado casi provocó más de un espasmo en la grada cuando casi cazó un chut del almeriense.

Con las aguas mansas sobre el césped y con el partido a punto de llegar al descanso, Domingos la pifió en donde no hay que hacerlo nunca. Valverde le robó la cartera y se la puso de dulce a Hazard, que solo ante Rui Silva tuvo todo el tiempo del mundo para decidir por donde iba a marcar. Fue a la derecha del luso.

Reanudación y reacción

La reanudación fue una locura. En el segundo tiempo se vio lo mejor que tiene el Granada, que es esa capacidad de no tirar la toalla a pesar de que Modric firmara el gol de la tarde cuando apenas habían transcurrido 15 minutos.

Con el 3-2 el Madrid se echó atrás y se optó por jugar al contragolpe

Tres minutos después Diego Martínez dio entrada a Carlos Fernández en lugar de un pitado Soldado. La presencia del delantero sevillano fue providencial, porque provocó un penalti que no desaprovechó Machís.

Marcador apretado

A partir de ahí cambió el decorado, pues el Granada miró hacia adelante y se vino arriba, tanto que Varane salvó sobre la raya un cabezazo de Germán que iba hacia la red (76’).

Fue la antesala de una emoción por la que nadie abogaba diez minutos antes. A la salida del consiguiente córner, Domingos aprovechó un balón peinado por Víctor Díaz para poner el 3-2.

Roberto Soldado mete presión al portero madridista Roberto Soldado mete presión al portero madridista

Roberto Soldado mete presión al portero madridista / Lof (Madrid)

Quedaba algo más de diez minutos y había licencia para soñar. El Madrid no tuvo pudor para echarse atrás y lo dejó todo a la calidad de sus jugadores para que, con el Granada volcado, James culminara un contragolpe de manual.

Al final, lo que pudo ser una lógica goleada se transformó en la impronta que dejó el Granada de que puede ser un equipo importante esta temporada.

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